­La Semana Santa ha vuelto a ser un año más un bálsamo para el mercado laboral de Málaga, que aprovechó el tirón de esta festividad para registrar en marzo un descenso de 3.581 desempleados en relación al mes anterior y dejar el total en 180.429, rompiendo así la racha de dos subidas mensuales firmadas en enero y febrero de este 2016. No obstante, el descenso del paro en marzo, un mes en el que tradicionalmente se reactiva el mercado laboral y se da inicio a la temporada turística, ha sido más bajo que el registrado en 2015 (entonces alcanzó las 4.761 personas, con la Semana Santa celebrada a caballo entre marzo y abril), lo que confirma que la economía de la provincia no está tirando este año al mismo ritmo que el anterior. La tendencia del mercado laboral sigue siendo de mejora pero con algo menos de pujanza y muchos apuntan tanto al complicado panorama económico internacional como a la actual incertidumbre política en España, aún sin nuevo Gobierno y con la posibilidad de tener que repetir elecciones.

Málaga tiene ahora 11.470 desempleados menos que hace un año, con un descenso de casi el 6%, según los datos publicados ayer por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social. La cifra es por supuesto positiva pero el porcentaje interanual de descenso (que hace un año era del 8,2%) se ha venido reduciendo, sobre todo en los últimos meses, lo que modera el escenario de mejora. La provincia, pese a estas apreciaciones, presenta las cifras más bajas de paro para un mes de marzo desde el año 2010.

La misma dinámica puede observarse en las cifras de empleo. La cifra de afiliados a la Seguridad Social aumentó el pasado mes en Málaga en 7.634 personas para un total de 533.553 cotizantes, mientras que marzo de 2015 trajo un aumento de más de 9.600. Málaga tiene ahora 14.238 personas más trabajando que hace doce meses, con una subida interanual del 2,74% pero esa tasa, que hace un año era del 5,9%, también se ha ido reduciendo en los últimos tiempos, lo que indica que se aminora el ritmo de crecimiento en la cifra de ocupados. En cualquier caso, el actual volumen de afiliados presenta su nivel más alto en marzo desde los 586.000 que se contabilizaban en 2008, justo cuando empezaba al crisis.

Los servicios, clave de la bajada. Al margen de todas estas consideraciones, los datos de descenso del paro en marzo estuvieron acaparados por el sector servicios, que redujo su nómina en 3.758 parados por las contrataciones de Semana Santa y la reincorporación de trabajadores al segmento turístico. También hubo descensos en industria (-248) y construcción (-166). En cambio, se produjeron subidas en la agricultura (330) y en el colectivo de personas sin empleo anterior (211), que incluye a los jóvenes. La bajada mensual del paro en Málaga fue la quinta más alta a nivel provincial de España tras Baleares (5.576), Alicante

(-4.395), Madrid (4.106) y Barcelona (3.912).

En relación a los contratos, en marzo se firmaron 59.445, de los que 4.430 fueron indefinidos, un 7,43% del total. El porcentaje de contratos fijos es ligeramente superior al de meses anteriores. En cuanto a los autónomos, el número de afiliados al RETA en Málaga subió en 1.095 personas en marzo y alcanza los 106.807. En el último año, Málaga ha ganado 3.710.

Los sindicatos continúan siendo muy críticos con la evolución del mercado laboral. El secretario general de CCOO en Málaga, Antonio Herrera, se refirió al efecto estacional de la Semana Santa. «El paro baja pero con menos intensidad que en años anteriores en la misma fecha, y predomina la contratación temporal. Estamos hablando de que se está produciendo en Málaga una bolsa de trabajo precario que se mueve a lo largo de todo el año como consecuencia de la estacionalidad», dijo.

Su homóloga de UGT, Auxiliadora Jiménez, destacó que el paro ha bajado en marzo menos que el año anterior, a pesar de que este año la Semana Santa ha caído íntegramente en ese mes. «Se constata un hecho repetido: El paro baja en verano y en Semana Santa. Sin más», dijo Jiménez, que destacó también negativamente factores como el paro de larga duración (que afecta al 45% de desempleados) o que más de la mitad de los parados no cobran prestación.

Por su parte, la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) opinó que los datos «continúan mostrando una tendencia favorable» y destacó el impacto de la Semana Santa en la economía y el empleo. Por contra, reconoció que las cifras de paro siguen muy altas e insistió en la necesidad de «un marco político e institucional estable» que genere confianza a los inversores.

En España, el paro bajó en marzo en 58.216 personas y la afiliación a la Seguridad Social ganó 138.086 ocupados por el efecto de la Semana Santa. Aunque esta evolución es positiva también es algo menor a la de hace un año y deja la cifra de parados en 4.094.770. Para el Gobierno, los datos son favorables pero reflejan una «ligera desaceleración» respecto a finales de 2015, dijo el secretario de Estado de Empleo, Juan Pablo Riesgo. Pese a que el dato es bueno, en términos absolutos el paro bajó más en marzo de 2015 (60.214 personas), mientras que la afiliación a la Seguridad Social ganó el pasado año 160.579 cotizantes.

A su juicio, hablar de desaceleración no supone «levantar ninguna liebre» sino constatar que la afiliación ha pasado de subir el 3,2% a un incremento del 2,8%. No obstante, reconoció que una reducción de desempleo del 8% en tasa interanual es una bajada «intensa». De hecho, en los últimos doce meses el número de parados bajó en 357.169 personas, En términos de afiliación, el secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos, dijo que 2015 y 2016 serían, junto a 2007, los tres mejores años de la serie histórica.

Por contra, UGT denunció que la mala calidad del empleo creado provoca menos y peores cotizaciones a la Seguridad Social y pone en riesgo las pensiones. CCOO señaló las debilidades de la recuperación económica y la «enorme» dependencia de las actividades turísticas y estacionales mientras que la patronal CEOE se mostró «optimista» en la recuperación del empleo y la superación de los efectos de la crisis. Su presidente, Juan Rosell, dijo que lo deseable sería que esta tendencia se consolide para «en un par de años» acabar con las altas cifras de paro.