Son más de un centenar de personas las que actualmente en Málaga no tienen un techo para resguardarse del frío o algo caliente para llevarse a la boca. Esta falta de recursos básicos se hace más cruda a partir de las 22.00 horas, cuando no hay ningún recurso nocturno abierto para los más pobres, que tienen como hogar la calle. A las diez de la noche es cuando las distintas entidades dedicadas a ayudar a los más necesitados- CEA, CAM o San Juan de Dios- empiezan a cerrar sus puertas tras estar toda la jornada trabajando.

Cáritas Diocesana de Málaga, junto a las demás entidades que conforman la Agrupación de Desarrollo para Personas sin Hogar, trabajan, han puesto en marcha una iniciativa que pretende cubrir este hueco, optimizando recursos, y logrando así ofrecer un nuevo modelo de intervención para favorecer la inserción social de las personas sin hogar.

Con motivo de la celebración del Jubileo Extraordinario de la Misericordia de la Iglesia Católica, Cáritas Diocesana y la Vicaría de Acción Caritativa y Social -que también incluye Manos Unidas, la Delegación de Migraciones, Pastoral de la Salud, Pastoral Penitenciaria y CONFER- hacen un llamamiento a toda la ciudadanía a colaborar con la iniciativa solidaria llamada «Calor y café», con idea de mostrar el compromiso de la comunidad cristiana de Málaga con los más necesitados.

Esta iniciativa solidaria, que ya existe en otras ciudades como Granada y Madrid, se basa en la creación de un lugar de servicio diario en horario nocturno durante todo el año, y con bajas exigencias para facilitar el acceso. Sus principales acciones son ofrecer un refugio nocturno, concretamente desde las 21.00 horas a las 09.30 de la mañana. Además, proporciona servicios mínimos de higiene, manutención, lavado de ropa, ropero, servicios de carácter social, actividades de ocio... Todo destinado a aquellas personas de Málaga o su entorno sin recursos económicos, sin casa y sin apoyo social.

A través de «Calor y café» se tratará de ayudar a la persona en el lento proceso de incorporación social. Este proyecto, dinamizado por Cáritas, consistiría en un centro de servicios, de asistencia puntual y promocional, ya que además de ofrecer resguardo nocturno, las personas que han perdido su hogar pondrán seguir residiendo en la ciudad en la que han elaborado su entorno y redes sociales.

Entre sus objetivos está el de aumentar la calidad de vida de las personas sin hogar, así como reducir los daños de aquellos que presenten mayores niveles de exclusión y deteriorio.

Como bien explica Maite Márquez, técnica de Acción Social de Cáritas Diocesana, se trata de un servicio flexible en el que se realizaran diagnósticos de cada persona en función de sus características y necesidades para destinarlos a una determinada estancia de recursos especializados.

La coordinación es fundamental con el resto de entidades que conforman la Agrupacion de desarrollo, ya que este centro se encargará de establecer un vínculo de conexión entre las personas más necesitadas y las entidades de recursos especializados.

Este servicio, que tiene prevista su apertura en noviembre de este año con una capacidad de 20 plazas, estudiará las características y situación de cada persona para determinar su estancia.

Además, estará coordinado con Puerta Única (servicio de entrada para todas las personas sin hogar) y con Unidad de Calle (equipo del Ayuntamiento encargado de acercarse a las personas que duermen en la calle para darle opciones). Cáritas Diocesana hace un llamamiento a toda la sociedad para esta causa, ya que con pequeños granitos se construyen grandes montañas.