Un subinspector de la Policía Local de Málaga, Rafael Rubio Campos, fue juzgado ayer en el juzgado de instrucción nº1 de Málaga, por un presunto delito leve de amenazas contra dos subordinados, agentes también de la Policía Local de Málaga.

La denuncia se produce como consecuencia de una actuación llevada a cabo por agentes de la comisaría Norte, donde trabajan tanto el denunciado como los dos agentes presuntamente amenazados. Uno de ellos realizó un comentario en un grupo de WhatsApp que fue reprochado por el subinspector.

Según la información facilitada por el Sindicato Independiente de Policía de Andalucía (SIP-AN), el Subinspector, «aprovechando su superioridad jerárquica, amenazó al agente de forma violenta, situando su cara a escasos centímetros de la del denunciante, poniéndole como ejemplo a otro que había sido expedientado en base a un escrito del propio Subinspector y alegando que los dos denunciantes están en el Sindicato Independiente de Policía de Andalucía (SIP-AN)» , mientras el denunciado pertenece al sindicato Unión de Policía Local y Bomberos (UPLB), otro sindicato corporativo, poniendo de manifiesto que esa sería la aparente razón de su aversión hacia el mismo.

Los agentes manifiestan en la denuncia su inquietud ante las amenazas vertidas, puesto que el subinspector denunciado posee mando sobre los mismos, sintiéndose preocupados por la posible materialización de las increpaciones realizadas como expresiones como «voy a por él», o «el que se enfrenta a él lo paga», lo que pone de manifiesto «la probabilidad de que el subinspector les cause problemas tanto en su vida profesional como agentes de la Policía Local, como en su condición de particulares.

El subinspector Rafael Rubio ya ha protagonizado otros incidentes en el seno de la Policía Local, el último, ocurrido en diciembre de 2014, cuando fue denunciado como el presunto agresor de un joven en el campo de fútbol José Gámez Villalba, del Puerta Blanca, en el transcurso de una pelea que se organizó en las postrimerías de un partido de fútbol de la tercera regional cadete entre el Puerta Blanca y el CD Romeral.

Pero su fama deviene especialmente por haberse prestado a firmar en marzo de 2005 el llamado informe Agüera, en el que se relataba el espionaje de que fue objeto la entonces concejala del PP Rosa Agüera por agentes de la Policía Local.