­En el momento en que el equipo de gobierno del PP en el Ayuntamiento de Málaga intenta por todos los medios salvar su proyecto de cuatro rascacielos en los suelos de Repsol, junto a un parque de 70.000 metros cuadrados, alegando, entre otras cosas, que el proyecto fue el elegido por los malagueños, bueno es recordar y traer al presente que esto último no fue del todo así. El proyecto de las torres de Repsol se encontró hace doce años, en plena tramitación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), con una fuerte contestación ciudadana plasmada en las más de 550 alegaciones presentadas por colectivos y particulares contra dicho proyecto entre 2004 a 2006.

De las 550 alegaciones presentadas, la mayoría abogaban por la desaparición total o parcial de las torres y por destinar el suelo a zona verde. Una parte de ellas, exactamente 46, consideraban «excesivo» el número de viviendas proyectadas y sí fueron aceptadas parcialmente por la Gerencia de Urbanismo.

Desestimadas. La gran contestación vino de parte de la 505 alegaciones presentadas que reclamaban «que no se desarrollen las previsiones» de viviendas en ese suelo y «su espacio se ocupe con zonas verdes». Pese a este importante número de alegaciones, todas ellas fueron desestimadas por Urbanismo.

En los informes desestimatorios de las alegaciones, los técnicos de la oficina del Plan General señalaban que estos suelos seguían las determinaciones del anterior PGOU de 1997. «No vemos que se expongan razones argumentadas que nos lleven a tomar en consideración la alegación».

Añadían que el proyecto «tiene la finalidad de implantar un uso residencial con una intensidad de uso que trata de conjugar con la creación de equipamientos y áreas libres en proporción adecuada a la edificación residencial propuesta», considerando a su vez «irrenunciable» el objetivo de la «transformación de la zona».

Urbanismo señala en otra de las respuestas desestimatorias que la propuesta sobre los suelos de Repsol es una de «las propuestas de renovación urbana más importantes del PGOU», y vendría «inducido» por el soterramiento de las vías del tren para promover en la zona un «nuevo proyecto de centro urbano» y añadiendo que es un «proyecto emblemático de ciudad que supone la mejorar sustancial del bienestar de los habitantes del entorno».