Apenas llevo unos meses participando a través de Arrabal-AID en ESPY (Experimentation on Social Policy for Youth), una parte del programa comunitario para el Empleo y la Solidaridad que promueve la Diputación Provincial de Málaga con participación de la Universidad de Málaga y entidades de Irlanda, Grecia, Portugal, Italia y Hungría. El objetivo de todos los agentes implicados es desarrollar, probar, difundir y replicar medidas de activación innovadoras para prevenir el desempleo y la exclusión. Un proyecto experimental dirigido a jóvenes de zonas rurales entre 15 y 24 años.

La labor de la Asociación Arrabal se centra en desarrollar actuaciones para favorecer el acceso al mercado de trabajo a través de herramientas como Club de Empleo y Experiencias de Trabajo, que se han puesto en marcha en 34 municipios de todas las comarcas. En este particular club ofrecemos una orientación más innovadora, donde los jóvenes son protagonistas en la gestión, acceso a la información y toma de decisiones relacionadas con la búsqueda de empleo. Trabajamos la empleabilidad de forma dinámica y participativa, dotándolos de habilidades y herramientas necesarias a través de los Equipos de Búsqueda. Un espacio en el que han participado 120 jóvenes de Alameda, Arriate, Manilva, Periana, Pizarra y Torrox que se han reunido semanalmente durante casi tres meses.

Por su parte, las Experiencias de Trabajo se ponen en marcha para facilitar al joven la toma de decisiones relacionadas con la vocación y la elección profesional. Una acción materializada a través de voluntariados y prácticas en diferentes empresas y organizaciones para conocer de primera mano en qué consiste el trabajo que se realiza en distintos sectores, los requisitos de formación para acceder a un determinado oficio y las tareas desempeñadas en diferentes profesiones. Una estancia fundamental para el desarrollo del objetivo profesional del joven una vez analizadas sus propias habilidades y capacidades. Concretamente se han beneficiado de esta iniciativa 24 jóvenes de la provincia, cada uno de los cuales ha tenido la oportunidad de visitar tres empresas de diferentes sectores, durante un día y permanecer en una de ellas durante un periodo de 60 horas, para conocer el día a día de sus empleados.

Este recorrido ha servido para motivar y activar al joven en un momento donde una gran parte de ellos están desanimados por la escasez de oportunidades en zonas rurales y otro grupo contaba con poca capacidad de movilidad geográfica por falta de recursos. El trabajo en equipo para vencer obstáculos y la implicación de las familias, para que sirvan de apoyo y eviten que abandonen iniciativas como éstas son claves para mostrar al joven que con esfuerzo se puede alcanzar un verdadero desarrollo personal y profesional.

Aún así, hay que seguir trabajando con jóvenes con menor formación y poca experiencia desde una perspectiva integral, donde organizaciones sociales, administraciones y familias nos impliquemos y coordinemos para luchar contra el paro juvenil en zonas rurales. Desarrollando juntos un metodología distinta de trabajo para lograr un resultado diferente.

*Martos es técnica de Empleo en la Asociación Arrabal-AID