Pedro Sánchez ha puesto fin esta mañana a la gira que le ha llevado en los últimos días por algunas de las principales capitales de Andalucía. Después de su visita a Sevilla y Córdoba, el secretario general del PSOE, y candidato a la presidencia del Gobierno, ha mantenido una reunión matutina con la militancia socialista en un acto desarrollado en un céntrico hotel de la capital. Un encuentro con las bases de la provincia, que ha servido para que Sánchez dé cuenta de la situación compleja en la que se encuentra el panorama político a nivel nacional y que ha aprovechado para lanzar un mensaje principal: el de luchar hasta el último instante para lograr un acuerdo entre PSOE, Ciudadanos y Podemos que le sirva para ser investido como presidente. "No voy a tirar la toalla para logar un gobierno de cambio y voy a luchar hasta el último minuto para evitar que Mariano Rajoy siga al frente y repetir elecciones", ha manifestado ante los militantes socialistas.

Cuando quedan apenas dos semanas para evitar la disolución del Congreso y la convocatoria de unas nuevas elecciones, todo apunta a que la principal estrategia del PSOE en lo que queda de tiempo, es la de apuntar a Podemos como hipotético culpable de que no se llegue a un acuerdo, por lo que Sánchez ha hecho alusión constante al papel desempeñado por su líder Pablo Iglesias, al que ha criticado por negarse a facilitar su investidura, "a pesar de que nos unen más cosas de las que nos separan". Sánchez, consciente de que no le basta solo con el apoyo de Ciudadanos, se ha dedicado a enumerar las políticas que unen a las tres formaciones y que se podrían sacar adelante si hubiera un gobierno. Así, ha hablado de la derogación de la Lomce, la subida del salario mínimo y la reforma de la Constitución como denominador común entre las tres formaciones políticas. "Podemos no es mi adversario. Mi adversario se llama desigualdad y falta de oportunidades", ha señalado, además de insistir en que "somos tres fuerzas que queremos el cambio". En este sentido, y dirigiéndose directamente a Pablo Iglesias le ha pedido de nuevo al líder de la formación morada sentarse en una mesa "para hablar de lo que nos une" y ha asegurado que en el 90 por ciento de las propuestas que se han expuesto ya en el Congreso se ha demostrado que existe consenso entre el PSOE, Podemos y Ciudadanos.

En su intención de remarcar la urgencia por relevar al PP al frente del Congreso ha hecho, como era de esperar, hincapié en la dimisión del ya exministro de Industria, José Manuel Soria, y le ha señalado que Podemos perpetuará la corrupción en el Gobierno si sigue manteniendo a Mariano Rajoy al frente. "En el cambio hay 199 escaños que se necesitan para gobernar este país. La lógica del PSOE es propiciar ese cambio y será muy difícil de entender que el señor Iglesias apoye a Rajoy", ha manifestado para proseguir un discurso fuertemente inclinado a cargar sobre el líder de Podemos la responsabilidad de tener las llaves para acabar con el gobierno del PP.

Además de Sánchez, previamente ha intervenido también el secretario general del PSOE en Málaga, Miguel Ángel Heredia, que ha lamentado la "arrogancia" de los líderes de Podemos y ha reivindicado los valores del socialismo, basados, según él, en la preservación del estado del Bienestar. El encargado de recibir al líder federal del PSOE en Málaga ha sido el secretario de Política Institucional del partido, Francisco Conejo.