­El Ayuntamiento se dotará de un sistema permanente de seguimiento sobre la limpieza del río Guadalmedina y también sobre los malos olores que es, a juicio del concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, el más difícil de resolver y que tardará «años y años»en poder resolverse.

La comisión de Medio Ambiente aprobó dos mociones, presentadas por PSOE e IU Málaga para la Gente, que reclaman la intervención del Ayuntamiento y también de la Junta de Andalucía para que ambas administraciones cumplan con sus respectivas competencias que obliga a la administración andaluza a retirar la maleza, hierbas y materiales de arrastre del cauce del río, mientras que la retirada de la basura y otros residuos en el cauce del río es obligación del Ayuntamiento.

El concejal Raúl Jiménez explicó que los malos olores provienen de los fangos, que aparecen cuando el cauce baja su caudal y el lodo queda al descubierto, por lo que se comprometió a una limpieza más frecuente de esos lodos para impedir que se sequen. Por su parte restó gravedad a los problemas de suciedad por arrojo de basura que dijo que se ha dado solo en momentos puntuales de confluencia de personas en su entorno como ha sido la Semana Santa.

Las mociones reclamaban además al Ayuntamiento una mayor vigilancia y control para actuar contra los vertidos incontrolados de basura y establecer actuaciones de sensibilización y puesta en marcha de medidas que resuelvan esas «actuaciones incívicas». Medidas similares se han requerido al Ayuntamiento para resolver «de manera inmediata los vertidos de aguas residuales al cauce del río.

A su vez y pese a los problemas que supone la colaboración con la Junta de Andalucía, se aprobó en la comisión de Medio Ambiente el ir avanzando en la idea de la creación de un parque fluvial en el cauce urbano del río, lo que abundará en su mejora medioambiental.