La nueva tarifa del agua, que reducirá la factura para los consumos medios, avanza en su tramitación con idea de que se pueda aplicar a partir del 1 de enero próximo. La Junta de Gobierno Local aprobó el nuevo reglamento, que ha sido consensuado con el resto de grupos políticos y que supondrá una rebaja efectiva en la factura de los hogares con un consumo moderado.

La aprobación en la Junta de Gobierno es el primer paso para la entrada en vigor de las nuevas tarifas, que si se cumplen los plazos estarán operativas a partir del 1 de enero. Los siguientes pasos que se van a realizar es la aprobación en la Comisión de Economía, que se celebra el lunes, y la inclusión en el pleno municipal para que reciba la aprobación inicial. Estos pasos no representarán problemas, ya que hay un amplio consenso sobre el nuevo sistema de tarifas. A partir de ahí, se abrirá un plazo de 30 días para presentar alegaciones y se remitirá el documento a la Junta de Andalucía para su aprobación definitiva. Este es el punto que ofrece una mayor incertidumbre en el cumplimiento de los plazos, aunque el hecho de que haya sido consensuada previamente puede acelerar este paso.

La clave del acuerdo está en aumentar el consumo medio por persona, que estaba establecido ahora en 133 litros por persona y día, así como rebajar el coste de cada bloque. Con la nueva redistribución de los bloques se evita lo que ocurría ahora, que una familia de tres integrantes se situara en el tercer bloque de consumo con relativa facilidad, encareciendo de forma notable la factura.

El objetivo del nuevo reglamento es adecuar las tarifas a un consumo más racional y premiar al ahorrador, encareciendo los bloques de más consumo. Además, se refuerza su carácter social, con un fondo que amplía su presupuesto a 500.000 euros, unos 200.000 euros más que actualmente.

Además, Emasa se compromete a informar de su existencia a los clientes con problemas en el pago, suspendiendo toda acción que suponga cortar el suministro de las viviendas. En el caso de que haya un impago, la empresa de aguas enviará una carta al titular advirtiendo de la deuda, pero citándolo para una reunión con los servicios sociales que les permita evaluar su situación y mantener un consumo mínimo de 133 litros por persona y día sin coste durante seis meses, siendo revisable al cabo de ese tiempo. Ese sistema sitúa a Málaga a la vanguardia de la política social en las tarifas del agua, asegurando un mínimo vital superior al de la OMS.