El Ayuntamiento de Málaga tiene apenas una semana para dar su respuesta al proyecto de la Consejería de Fomento para ampliar el metro hasta el Hospital Civil, con una diseño en superficie que ha generado una fuerte polémica entre los vecinos. En juego no están sólo 1,8 kilómetros de recorrido y más de 3 millones de pasajeros al año. Hay unos costes asociados al abandono de este tramo que alcanzará los 890 millones de euros en el peor de los casos.

La decisión municipal de apoyar o bloquear este proyecto pone en juego un sobrecoste importante para el proyecto del metro, que desde 2006, cuando comenzaron las obras, casi ha duplicado su coste. No realizar este ramal obligaría a la administración autonómica a devolver algo más de 400 millones de euros del crédito concedido por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) para construir el metro de Málaga y que está vinculado a cumplir con el proyecto de llevar el metro en superficie hasta el Hospital Civil, comprometido en 2013 y asumido por el Ayuntamiento de Málaga.

A esta cifra habría que sumar más de 450 millones que había que entregar a la concesionaria de Metro de Málaga por no cumplir con las previsiones de trazado y usuarios previstos, incluyendo el sobrecoste que supondrá en los gastos de explotación.

Ante esta situación, no extraña que el consejero de Fomento, Felipe López, hiciera ayer referencia a las «consecuencias económicas» que tendría bloquear este tramo y que tendría que asumir la administración autonómica. Eso sí, en un primer momento, porque luego se le reclamaría al Ayuntamiento de Málaga que aportase al menos la parte que le corresponde, unos 222 millones de euros, salvo que se considere que su responsabilidad sea mayor por frenar la ampliación.

Felipe López hizo un llamamiento a Francisco de la Torre para que sea «razonable» y se deje llevar por «la sensatez», ya que este tramo del metro en superficie «es un proyecto de ciudad y no es el resultado de la calentura de alguien». En este sentido, recalcó que la factura por la paralización y no ejecución de este tramo sería «insostenible» y pondría en riesgo todo el proyecto del metro.

«Si colocamos los intereses de la ciudad por encima de cualquier otra circunstancia, la decisión debe ser clara», recordó el consejero de Fomento, quien añadió que fue el propio Francisco de la Torre el que suscribió, de forma consensuada, el protocolo de noviembre de 2013 donde se contempla el trazado en superficie al Hospital Civil.

Compromisos adquiridos. El consejero de Fomento explicó que la firma del protocolo se hizo después de consensuar esta modificación con el BEI, que financia el grueso de la obra, y con la concesionaria para asegurar los 21 millones de pasajeros al año para que la red no produzca más sobrecostes en la explotación.

Felipe López subrayó que el incumplimiento de estos compromisos tiene unos costes económicos «que no son irrelevantes». «Si paralizar ese ramal no tuviera ninguna consecuencia negativa, a lo mejor se podía considerar», insistió el consejero. «Cuando uno toma decisiones y elige caminos voluntariamente y un día decide apearse, teniendo consecuencias negativas para terceros, supongo que estará dispuesto a pensar cómo se indemniza a esos terceros», puntualizó Felipe López, quien quiso destacar también los grandes beneficios que supondrá para los vecinos disponer de acceso directo a la red de metro de la ciudad.