El dinero francés controla casi la mitad de las acciones de Metro de Málaga. Al menos ese es el futuro más cercano, una vez que se tramite la venta del 24,7% de las acciones del fondo australiano Macquaire al banco francés Natixis, el segundo en importancia del país galo. La noticia se recogía en el diario Expansión y señala la salida de los australianos apenas cinco meses después de formalizar su entrada en la concesionaria. En medio hay una compleja operación de compraventa de acciones que parece concebida por Macquaire para sacar beneficios a corto plazo.

Los primeros cambios accionariales en el metro comenzaron en enero de 2015, con la infraestructura ya en marcha y con un plan de inversiones cerrado. El interés de las constructoras por desprenderse de estas participaciones para obtener liquidez y reorientar su actividad hizo el resto.

El grupo de accionistas formado por Cajamar, Sando y Azvi puso a la venta su 39,39% de acciones a finales de 2014. Primero fue el fondo Blackstone el que intentó entrar. El fracaso de la operación, por falta de acuerdo sobre el precio, dio entrada a nuevos actores. En concreto a dos fondos de inversión: el australiano Macquaire y el francés InfraVia. Se hicieron con ese 39,39% de las acciones por unos 110 millones de euros. Ambos fondos se repartieron las participaciones a medias, después de que nadie acudiera al derecho de tanteo.

El año empezó con la Junta de Andalucía, a través de la Agencia de la Obra Pública (AOPJA) como accionista de referencia con el 23,69%, seguido de Macquaire e Infravía con un 19,7% cada uno; Globalvía, con el 15,30%; Comsa, con el 10,61%; FCC, 10%; y Vera, el 1%. Sin embargo, la entrada de Carlos Slim en FCC supuso un giro en la compañía, que mostró su interés en desprenderse de su cartera de inversiones y participaciones en transporte y movilidad. Esto será clave en los movimientos actuales.

Últimas ventas. De nuevo Macquaire e InfraVia se alzaron como principales compradores de ese 10% de FCC, que se han repartido con un 5% cada uno y situando la participación de ambos fondos en el 24,7%. Pero esa situación ha sido sólo un paso para los australianos de Macquaire para obtener plusvalías a corto plazo. El acuerdo para hacerse con la participación de FCC ha venido acompañado de un compromiso para vender toda su participación a un nuevo actor, el fondo Mirova, dependiente del banco francés Natixis.

Esto sitúa al capital francés controlando casi el 50% del accionariado de Metro de Málaga, cifra que se eleva al 64,7% si se tienen en cuenta a otros inversores extranjeros, ya que Globalvia pertenece a un conglomerado de fondos de origen británico, holandés y canadiense.