La Consejería de Fomento ha decidido como mejor opción paralizar el proyecto de llevar el tranvía hasta el Hospital Civil ante la negativa municipal a apoyarlo, pese a que en noviembre de 2013 fue consensuado el trazado y el modelo con el Ayuntamiento de Málaga.

El rechazo del Ayuntamiento a apoyar este proyecto, redactado y pendiente de aprobación municipal, provocará que la Junta suspenda su tramitación, según adelantaron a este periódico fuentes de Fomento. Cabía la posibilidad de que asumiera su ejecución con una declaración de «interés general» por parte del Consejo de Gobierno de Andalucía y que se sortease así el bloqueo municipal, pero es una opción que se ha descartado porque desde la Junta se es consciente de que no se puede iniciar una obra de este calado sin el apoyo del Ayuntamiento de Málaga.

La paralización del ramal del metro en superficie implica no terminar el trazado acordado para asegurar la viabilidad financiera de todo el servicio del metro. La consecuencia más directa es que habrá que renegociar el contrato con la concesionaria, Metro de Málaga, a la que habría que compensar con más dinero por no alcanzar los 21 millones de pasajeros necesarios para alcanzar el equilibrio financiero del metro. Además, los gastos de explotación se dispararán, al tener que repartir el coste del servicio entre 18 millones de pasajeros al año, en vez de los 21 millones previstos en el estudio de viabilidad.

Fuentes de la Consejería de Fomento reconocieron que el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, había ganado la batalla «en contra del tranvía, pero que deberá explicar a los malagueños por qué deja a la ciudad sin un proyecto completo del metro», aunque le acusaron de deslealtad constante contra un ramal que fue negociado con los equipos técnicos municipales en 2013 e incluido en el protocolo firmado en noviembre de ese año. Además, se lamentan de que el Ayuntamiento haya bloqueado la ejecución de una inversión de 41 millones de euros en la ciudad.

Si no se alcanza ese acuerdo, Fomento se limitará mientras a continuar los trabajos en los otros dos tramos pendientes, como son Renfe-Guadalmedina y Guadalmedina-Atarazanas, que continuarán con las obras hasta su terminación.

Hay que recordar que el ramal al Hospital Civil fue la alternativa elegida para compensar que el metro no llegara soterrado a La Malagueta, opción descartada por los enormes costes económicos que supondría y la imprevisibilidad de los plazos. Finalmente se optó por llevarlo bajo la Alameda hasta la altura del Mercado de Atarazanas y llevar un ramal mixto (soterrado y superficie) que permitiese aportar algo más de 3 millones de pasajeros y lograr así el equilibrio financiero necesario para limitar los costes del proyecto.

Así, los trabajos para construir el túnel bajo la Alameda continuarán con normalidad y a finales de este mes se espera licitar la terminación del túnel entre Renfe y el Guadalmedina.

Otra de las consecuencias será que la Consejería de Fomento activará también el cobro de los 46 millones de euros que debe el Ayuntamiento de Málaga y que corresponden a la parte municipal de las obras del metro (25% del total).

Antes, se intentará llegar a un acuerdo para compensar estas facturas con obras de movilidad por un importe mayor, algo que se lleva discutiendo cuatro años sin llegar a un acuerdo por la falta de actuaciones municipales que entren dentro de esta categoría.

La Consejería de Fomento insiste en que deben ser actuaciones asumidas en solitario por el Ayuntamiento y que vayan en favor de la movilidad sostenible. Eso ha llevado al conflicto con el Consistorio, que quiere incluir en este listado el soterramiento de la línea del AVE, cofinanciada por el Estado y la Junta de Andalucía.

Si finalmente no se aportan nuevas actuaciones de movilidad sostenible y no se pagan los 46 millones pendientes, la Junta de Andalucía está dispuesta a retener este dinero de las transferencias de ingresos del Estado, como ya hizo con el Ayuntamiento de Granada y que fue avalado por el TSJA.

Este importe de 46 millones de euros corresponde a una primera factura de 32,32 millones de euros que es el 25% del importe de las obras del metro cofinanciadas por la Junta entre 2006 y 2012. El resto, uno 14 millones, corresponden a las obras ejecutadas entre 2012 y 2014, que es cuando se puso en marcha el 80% del trazado. Queda además por cerrar la aportación anual que el Ayuntamiento deberá entregar para financiar la explotación del metro y que estaba calculada en unos 17,5 millones. La eliminación del trazado posiblemente aumentará esta cifra.