Miguel Ángel G. ha sido declarado esta mañana culpable por unanimidad de los miembros del jurado de haber asesinado a su expareja y a su hijo de cinco años en el barrio de La Luz en septiembre de 2013.

Los miembros del Tribunal popular consideran al hombre culpable de haber acosado a la mujer, "con hostigamientos, insultos, amenazas" y controlando sus entradas y salidas; una actitud agravada a raíz de la ruptura de la relación.

Asimismo, lo consideran culpable de haber ocasionado, "de manera consciente y sin dar posibilidad de defensa", la muerte tanto a su expareja como a su hijo, mediante asfixia.

También entienden probado que cuando los padres de la mujer lo descubrieron al día siguiente de los hechos les agredió, al igual que a dos policías cuando lo detuvieron, tras huir de la vivienda.

Una vez que se ha decretado la culpabilidad del reo, algunos amigos y familiares de la víctima han increpado al asesino, sin que haya habido mayores problemas para despejar la sala.

La Fiscalía pedía para él 43 años de cárcel, después de que durante los tres días de sesiones de haya arrepentido de lo sucedido y pedido perdón a las familias. "En 24 horas arrasé con todo", ha llegado a decir el imputado.

La fiscal describió el calvario de Estefanía tras poner fin a la relación tres meses antes del asesinato, una mujer sometida a llamadas constantes y hostigamiento por parte del procesado.

Según el relato de hechos, entre las once de la noche y las tres de la madrugada llegó a la casa, discutió con Estefanía, la apuñaló y la asfixió para hacer lo mismo luego con su hijo de cinco años. Luego, yació entre los cuerpos hasta que el padre de Estefanía llegó a la casa. Allí lo agredió tanto a él como a su mujer y huyó, para ser detenido luego en la A-92 por una pareja de la Policía Local, a la que también pegó, por una infracción de tráfico.