Los cambios anunciados por la Empresa Malagueña de Transportes (EMT) para la línea 29 Jarazmín-El Palo, cuyo recorrido se modificará para cubrir las necesidades de los residentes de Hacienda Paredes y la parte más alta de La Mosca, han provocado la sorpresa entre los vecinos del barrio que dan el primer nombre a la línea, cuyos representantes llevan reclamando desde hace meses la mejora del servicio para una de las zonas más aisladas de la ciudad. Según el presidente de la Asociación de Vecinos Atalaya de Jarazmín, Ramón Rodríguez, la noticia adelantada por este diario hace dos semanas les pilló por sorpresa porque, tras pedir en diciembre una nueva parada en el barrio, desde la EMT les comunicaron que «por el momento» no tenían previsto ampliar el servicio. En su petición inicial, Rodríguez sugirió una parada en la glorieta Erizo de Mar alegando el crecimiento urbanístico y poblacional que ha experimentado el barrio en los últimos años y que esa ampliación del recorrido no supondría añadir al recorrido más de dos minutos, parada incluida, en una zona que cuenta pendientes muy pronunciadas. «Nos dijeron que lo estudiarían para futuras modificaciones, pero hemos comprobado que éstas son inminentes en una zona que cuenta con la proximidad de líneas como la 32, 33 y 34», dice el representante vecinal antes de añadir que su intención no es rivalizar con ningún otro barrio.

Consultado por este periódico, el gerente de la EMT, Miguel Ruiz, se ha comprometido a atender personalmente la petición, aunque de primeras destacó que las necesidades de Hacienda Paredes-La Mosca y las de Jarazmín no son comparables. Ruiz argumentó que en las primeras había usuarios que tenían la parada más cercana a más de un kilómetro de distancia, mientras que el lugar de la nueva parada solicitada por Atalaya de Jarazmín «no está a más de 300 metros del recorrido y podría afectar a la eficacia del mismo». En este sentido, los representantes vecinales recuerdan que el núcleo del barrio de Jarazmín cuenta actualmente con tres paradas, una de las cuales es punto de partida y final de la línea 29, y que la frecuencia entre autobús y autobús es de una hora. Además de reducir esa espera, proponen iniciar y finalizar antes el servicio -la primera salida es a las 8.20 y la última a las 18.30-, ya que el horario no se ajusta al de entrada al trabajo de muchos usuarios que se ven obligados a coger el coche.