­La portada azul que usted busca desesperadamente entre las estanterías de cualquiera de sus librerías puede ser vista por uno de los dependientes del establecimiento con su vista de lince. Parecen leerle la mente . Le da el único dato que recuerda. Azul. Y ellos lo encuentran, entre miles de páginas con olor a nuevo con las que conviven a diario. Le darán la vuelta. Leerán la sinopsis y quedarán atrapados.

El panorama literario malagueño ha sufrido un revés durante este 2016. Con la pérdida irremediable de Libritos y la situación que sufre Luces, los dueños de locales como Proteo, Áncora, Abadía, Códice o Rayuela luchan contra grandes plataformas digitales como Amazon y se reinventan para adaptarse a los nuevos hábitos de consumo. «Al igual que no hay una solución, no hay un problema», comenta José Antonio Ruiz de la Torre, dueño de Luces.

Esta dificultad unida a una crisis que no les ha abandonado, conforman un tándem que llevan a la precariedad de un trabajo ideal: « Tiene todos los elementos. Cuando desaparece una librería, sufrimos todos porque también desaparecen sus lectores». Dice José Antonio que un libro puede dar horas de placer, de entretenimiento y conocimientos. Enumera cada uno de sus beneficios mientras coge con las manos alguno de los tomos que hay en las estanterías, esas que hace 13 años fueron pioneras en almacenar los libros por géneros y tipología.

Abraham Reyes es un recién llegado. Hace un mes y medio que tomó las riendas de La Casa del Libro y aún se está adaptando. «La tienda va mal», comienza. «Tenemos momentos puntuales como la Noche de lo libros o las navidades». Los best-seller siguen siendo los preferidos por el público y el libro infantil también goza de nueva salud. Ambos géneros observan sorprendidos el repunte de la poesía que, sin embargo, no será la salvación. El nuevo gerente de La Casa del Libro sigue sorprendido por la competencia entre libreros malagueños. « Cuando yo llegué, el dueño de Proteo y Prometeo, me propuso tomar un café para hablar de nuestra situación».

Jesús Otaola no lo niega. «No entiendo el mundo del libro de otra forma que no sea ayudando», sentencia. Tras 47 años presentes en la ciudad de Málaga y 8 años intentando «capotear» el temporal, pueden afirmar que ninguno de sus trabajadores ha sido despedido.

«El mundo de los libros que había en 2008 ya no existe. Hemos tenido que estrujarnos el cerebro para poder mantenernos». Cambios en el mobiliario, una mayor especialización o fomentar la venta en web están entre ellos, pero Proteo y Prometeo no solo vende libros, también los hacen: « Llevamos 23 años con Ediciones del Genal», dice el librero. Orgulloso de serlo, afirma Otaola que no sabe que hubiera sido en la vida si no hubiera escogido este oficio, que le encanta y al que solo ve salida a través de la inversión e las instituciones en educación y en el fomento de la lectura, la especialización y el salto al a web. «Que nosotros sigamos abiertos no quiere decir que estemos salvados», dice sin dejar de trabajar mientras se queja de la bajada de ventas del 20% que ha sufrido este año el sector.

Códice, Abadía, Mapas y Compañía y La Librería Errante, son la antítesis al resto. Las dos veteranas librerías de segunda mano parecen remontar el vuelo mientras que la especialidad de Mapas y Compañía que lleva 14 años en el callejero malagueño, le ha permitido mantenerse. Cuqui Bravo es la dueña de este último local que recibe a diario la visita de clientes de la capital y extranjeros mientras que Enrique Consuegra, dueño de Códice, solo ve el futuro del libro en las modas, esas que le permiten mantenerse gracias a la venta de otro de sus productos estrella: Los vinilos. La Librería Errante no podría hace más honor a su nombre. Miguel Ángel García, su dueño, decidió guiarse por vocación y abrir una tienda en Carretera de Cádiz donde las librerías brillaban por su ausencia. Años después se vio obligado a cerrar y la venta por internet es su mayor aliado: « En la vida es bueno saber apuntar para otro lado cuando las cosas no van bien», dice.

Enrique Del Río y su familia llevan 43 años tras el mostrador de Áncora. Ellos mantenerse gracias al apoyo de las pequeñas editoriales como Errata Naturae.

Carmen Niño, con más de 35 años de experiencia, solo ve la necesidad de adaptarse y por eso hace cinco años amplió su horario. «Hay que renovarse. En Inglaterra no cierran tampoco los domingos», comenta la dueña de Rayuela que parece arrepentirse y añade: «Yo quiero descansar».

Y entre olor a libros, uno piensa en la cantidad de historias que esconden y en qué será de ellos si las estanterías que los guardan acaban desapareciendo.

Mapas y compañía

Juan José Fernández, libreroUna librería distinta que atrae al público más aventurero

Mapas y Compañía nació hace 14 años y gracias a su especialización en atlas y guías de viaje se ha convertido en uno de los establecimientos con más encanto de la ciudad. «Nosotros no nos podemos quejar», comenta la gerente del local, Cuqui Bravo que junto a su marido, Juan José, regentan una librería hecha por y para aventureros.

Librería Rayuela

Carmen Niño, libreraEl local de la calle Cárcer enseña a los niños desde hace 35 años

Hace cinco años que Carmen Niño decidió ampliar el horario de su librería para adaptarse a los hábitos de consumo de los transeúntes que pasan frente a su escaparate. La responsable de Rayuela lleva más de tres décadas viendo crecer a los malagueños.

Librería Abadía

Francisco Soler, librero"Las librerías de segunda mano no tenemos un Amazon"

La literatura va por modas y eso lo sabe bien Francisco Soler que ha visto cómo a lo largo del último año ha incrementado el número de ventas de los ejemplares que amontona en sus estanterías. Dice el responsable de Abadía, que lleva 16 años presente en internet, que una selección correcta de los ejemplares es fundamental para el buen funcionamiento del local.

Librería Proteo

Jesús Otaola, librero"El mundo del libro que había en 2008 ya no existe"

Lleva más de 20 años dedicándose a los libros y confiesa que no sabe qué hubiera hecho de no escoger esta profesión. Una labor que, a pesar de su inestabiliad, sigue enamorando día a día a Jesús Otaola que ha decidido enseñar los libros pero también ayudar a hacerlos realidad.

Librería Luces

José Antonio Ruiz, gerenteUn establecimiento que desde hace meses ilumina Alameda de un modo tenue

La librería Luces fue pionera en dividir sus tomos por género y tipología. Llevan años tras las historias que han enamorado a los malagueños. Una de las claves de su éxito, dice su responsable, que está en sus trabajadores que son también parte de la librería. «Su atención no se puede sustituir con una máquina» y añade, «Málaga debe decidir qué tipo de sociedad quiere tener. Si desaparecen las liberías nos quedaremos sin cultura».