­El sindicato SPJ-USO solicitó ayer que la capital de la Costa del Sol cuente con una guardia especializada en violencia machista, como ocurre en Sevilla, con el fin de que el asesoramiento a la víctima y el tratamiento del detenido por este tipo de casos sean específicos desde el primer momento, lo que no ocurre ahora, aunque los imputados por estos delitos son citados al día siguiente en alguno de los tres juzgados especializados en Violencia de Género de la ciudad.

El problema radica en que la ley obliga a que en un determinado partido judicial haya al menos cuatro juzgados de Violencia de Género para poder establecer una guardia especializada en esta materia y en la capital sólo hay tres. Así, a la una de la tarde, los festivos y los fines de semana los detenidos por malos tratos pasan a depender del juzgado de guardia de detenidos de la capital, con lo que se multiplica su trabajo, explica el responsable de SPJ-USO, Adriano Moreno. «El arrestado espera a ser oído en declaración en el juzgado de guardia, y es ese juez el que adopta las medidas cautelares de alejamiento o prisión, qué pasa con los hijos o si el agresor ha de dejar la casa», explica. En esos primeros momentos, «no hay asesoramiento, no hay psicólogos, estos dependen de los juzgados de Violencia de Género», precisa.

El único tratamiento diferenciado que reciben las víctimas en ese primer momento es la asistencia de su abogado de oficio, especialista en la materia. «Lo ideal es que hubiera personal especializado desde el inicio. Eso sí, el juzgado de guardia atiende estos casos de forma provisional y al día siguiente o al otro se les cita para que comparezcan en los órganos de Violencia de Género», señala.

«Han de ser los juzgados de Violencia de Género los que realicen sus guardias los siete días de la semana durante 365 días al año», aclara, al igual que ocurre en Sevilla, donde hay cuatro órganos de este tipo y tienen turnos de guardia específicos.

Sobrecarga de trabajo. Otro problema es la sobrecarga del juez de guardia, que a los casos normales suma los de malos tratos. «Hay muchos aspectos a mejorar. A partir de la una de la tarde, tiene que hacer frente a los asuntos normales: levantamientos de cadáveres, entradas y registros, etcétera... con lo que si se le suman los casos de violencia de género se sobrecarga la guardia», señala, de forma que, según estima, si un sábado hay 15 detenidos, siete u ocho lo son por casos de maltrato.

El juez decano de la capital, José María Páez, recalca que la ley es clara: para que haya una guardia específica de este tipo es necesario que existan cuatro juzgados y en Málaga sólo hay tres. «Lo suyo sería que hubiera otro más». «Los juzgados de Violencia de Género reciben los casos urgentes de guardia hasta la una, luego pasan al juzgado de guardia normal. El juez legaliza la situación del detenido, que puede implicar, por ejemplo, una orden de alejamiento, y se cita a las partes al día siguiente en el juzgado especializado», subraya, e indica que para que estos casos tengan un enfoque de género desde el primer momento es necesario «que se amplíe la planta judicial con el fin de que se presentaran siempre ante un juzgado de Violencia de Género». «Evidentemente, soy partidario de que haya cuatro órganos y que las guardias sean especializadas es importante», arguye, ya que en un primer momento «no hay asesoramiento».

Al final, se reduce todo a una falta acuciante de medios. El juez decano recuerda que se está estudiando comarcalizar estos órganos y, por ejemplo, que el juzgado de guardia de la capital asuma las competencias de violencia machista de Torremolinos porque, con un juzgado más, podría establecerse una guardia especializada, dado que estas oficinas, recuerda, tienen un número de asuntos que sí pueden asumir, al menos por ahora.

Salas de espera diferenciadas. Adriano Moreno, por cierto, insiste en otra reivindicación histórica en este asunto: «No hay salas de espera diferenciadas. En la que hay ahora mismo en las dependencias del juzgado de guardia pueden coincidir el agresor y la víctima y es necesario corregir eso, porque si están ambas partes y hay una situación de tensión al final se dan momentos muy desagradables para todos».