­La Policía Nacional de Málaga ha resuelto un secuestro virtual sufrido por una malagueña que se encontraba en México por motivos de trabajo. La hermana de la víctima, a la que llegaron a pedir un rescate de 600.000 euros que se desinfló hasta los 1.000, denunció los hechos al 091 nada más recibir la llamada de los delincuentes.

Los investigadores activaron el protocolo de secuestros el pasado 17 de mayo para localizar a una mujer española que había viajado a México DF por motivos profesionales y que, según su hermana, podía hallarse privada de libertad. Las primeras gestiones realizadas por los expertos determinaron que se trataba de un secuestro virtual, una modalidad de estafa telefónica que busca generar una situación de angustia en los familiares de la víctima y así lograr que paguen un rescate con un secuestro que no es real. «Me estás haciendo perder la paciencia», llegó a decir uno de los falsos captores para amedrentar a la hermana de la víctima antes de subir el tono y añadir: «La que va a pagar los platos rotos es tu hermana». En otros cortes de la grabación facilitada por los investigadores, el interlocutor da instrucciones para el pago del rescate.

Tanto la policía española como los familiares, con la ayuda de la Consejería del Ministerio del Interior en la embajada de España en México y las autoridades de aquel país, trataron de alertar a la víctima de que estaba siendo víctima de un falso rapto. Cuando la policía mexicana estaba a punto de localizarla, la mujer se puso en contacto con su familia a través de su teléfono móvil manifestando hallarse en perfecto estado.

Tal y como explicó la policía, la víctima conectó su terminal y llamó por la escasa cobertura del teléfono mexicano que acababa de adquirir por indicación de sus supuestos secuestradores. Breves minutos después de contactar con sus familiares, la policía mexicana se personó en la recepción de hotel en el que se hallaba, también por indicaciones de los estafadores, cuyo único objetivo era aislarla mientras negociaban. Una vez bajo custodia policial, la mujer explicó que los supuestos secuestradores contactaron con ella a través del teléfono fijo de su hotel. Una persona que se identificó como policía la convenció de que corría peligro, por lo que le recomendaron trasladarse a un lugar seguro y que desconectase su teléfono que debía sustituir por uno nuevo con el que se comunicarían desde ese momento. Mientras tanto, y tras obtener información sobre su familia, consiguieron contactar con su hermana para comunicarle que habían secuestrado a su familiar exigiendo un rescate de 600.000 euros que se fue rebajando hasta los 1.000.