El Juzgado de Instrucción número 4 de Málaga ha condenado a cuatro años de cárcel a un médico de familia acusado de expedir recetas falsas para que fueran consumidas como estupefacientes por terceras personas y lucrarse.

El facultativo ha sido condenado a cuatro años de prisión por un delito de estafa así como por un delito contra la salud pública con la concurrencia de la atenuante de dilaciones indebidas y ha sido inhabilitado para ejercer la medicina durante el tiempo de la pena.

Según la sentencia, ha quedado probado que el médico de familia "guiado tanto por el ánimo de obtener un ilícito beneficio, como por el de facilitar a terceros sustancias estupefacientes" rellenó dieciocho recetas con un medicamento que contiene opiáceos.

El profesional sanitario prescribió estas recetas a cinco pacientes de su cupo "a sabiendas de que dicha medicación no iba ser destinada a tales beneficiarios" ya que no tenían necesidad de tomar esa medicina.

Del conjunto de todas las recetas, ocho fueron dispensadas y retiradas a mediados de julio de 2011 en una farmacia de Marbella y las otras diez fueron presentadas para su dispensación en la misma farmacia diez después.

La responsable del establecimiento, ante la duda de la veracidad de dichos fármacos, los retuvo y no se llegó a entregar la medicación.

En los hechos probados también se recoge que durante los meses de febrero y agosto de 2011 el mismo facultativo rellenó, de la misma forma antes descrita, veintiséis recetas en las que se prescribía un medicamento de origen vegetal también para obtener un beneficio propio.

Todas estas recetas fueron retiradas en una farmacia por otro de los acusados en el caso y que ha sido condenado a dos años de prisión y a una multa de tres meses con cuota de seis euros por un delito de estafa.

Este segundo condenado era el delegado comercial del laboratorio del fármaco de origen vegetal y actuaba en connivencia con el médico de familia.