No pasa nada, pero hay que estar preparados para cuando pase. La Junta de Andalucía y el Gobierno central realizaron ayer en la capital el primer simulacro de accidente aéreo y atención a víctimas de Europa, en colaboración con la Conferencia Europea de Aviación Civil CEAC, un evento en el que participaron más de trescientos especialistas.

El ejercicio consistió en el amerizaje de un avión en el mar a la altura de la desembocadura del Guadalhorce. Fueron 31 los pasajeros rescatados del aterrizaje forzoso: nueve heridos leves, once graves, seis críticos y cinco fallecidos. Rafael Gálvez, responsable del 112, explicó que en el simulacro se seguía tratando de localizar a 110 pasajeros que estaban desaparecidos.

En la prueba trabajaron más de trescientas personas. La Junta de Andalucía se encargó de aportar los medios humanos y técnicos. La Consejería de Salud y Bienestar aportó 25 profesionales, tres UVI móviles, un vehículo de apoyo logístico y otro de coordinación. Además, a este grupo sanitario se sumaron la Cruz Roja Española y las ambulancias de ASM, incluyendo los 200 efectivos de la Guardia Civil y Policía Nacional.

José Luis Ruiz Espejo, delegado de la Junta en Málaga, resaltó: «Lo más importante es que el simulacro va a permitir la activación de cinco planes de emergencia: desde la administración regional, que activa el plan territorial de emergencia en la provincia de Málaga, además de la zona marítima del aeropuerto, el propio puerto, Salvamento Marítimo y el de la Junta de Andalucía a nivel provincial».

La simulación contó con unos observadores internacionales de la Conferencia Europea de Aviación Civil para que comprobaran in situ como se ponía en práctica, incluso a nivel europeo, la integración de todos los efectivos para la realización del ejercicio que podría salvar en el futuro cientos de vidas.