Las obras municipales de adaptación del palacio del Conde de las Navas para el Museo Interactiva de la Música, realizadas en 2010, se llevaron inexplicablemente por delante una importante porción del valioso archivo del fotógrafo, diseñador y tallista de Rute Cristóbal Velasco Cobos (1920-1990), que tenía en un local de la calle Cárcer, incluido dentro de las obras, el archivo de los negativos.

Como adelantó La Opinión, a finales de junio de 2010 Federico Castellón, hoy primer teniente hermano mayor de la Archicofradía de Dolores de San Juan, rescataba de una cuba de las obras municipales once cajas con 4.000 negativos fotográficos en sobres y 22 láminas con bocetos de tronos, capillas y altares. Aunque pidió a los trabajadores que le permitieran depositar lo salvado en casa y regresar a por el resto, no pudo detener el camión que condujo el contenido de la cuba al vertedero. Como ayer explicó el hijo mayor del fotógrafo, que se llama como su padre, Cristóbal Velasco, la familia retiró todo lo que pudo antes de las obras municipales, pero al parecer, cuenta Federico Castellón, lo que localizaron los albañiles se encontraba en una zona tapiada.

La sensibilidad del profesor Castellón ha permitido que los negativos, muchos de ellos de cristal, estén hoy en depósito por diez años en el Archivo Histórico Provincial.

Ayer fue el turno de la presentación en la sede de la Agrupación de Cofradías de las 22 láminas de bocetos de arte religioso, a plumilla y a lápiz de Cristóbal Velasco salvadas del vertedero, y que han sido restauradas para la Archicofradía de Dolores de San Juan por Elisa Quiles. El hermano mayor, Aurelio García-Andréu, se congratuló por esta incorporación al archivo histórico de la archicofradía y subrayó que Cristóbal Velasco fue «un artista emblemático en la Málaga de posguerra».

El artista, que tenía su estudio de fotografía en la plaza de Uncibay, fue además un reconocido diseñador cofrade y tallista en los años 50 a 80 del siglo pasado. Es el autor de los actuales tronos de los cristos de Estudiantes (1956), la Misericordia (1966) y Viñeros (1987).

«Los diseños están muy bien dibujados, muy bien hechos», recalcó Federico Castellón, que explicó los detalles artísticos de los cuatro bocetos de tronos recuperados, en los que se aprecia «un sello absolutamente personal»: presencia de rocalla, faroles rematados por cruces y la sucesión de plataformas, entre otros detalles.

Algunos de los bocetos, con pequeñas variantes, llegaron a hacerse realidad, como el retablo de la Virgen de los Dolores de Benadalid, el altar mayor de la iglesia de Colmenar o el púlpito de la iglesia del Sagrado Corazón de Málaga. «Tenía una gran versatilidad», destaca de Cristóbal Velasco, que fundó su propia empresa, Arte Religioso Andaluz (ARA), con sede en la calle Pintor Casasola, en el Valle de los Galanes, donde trabajaba con un grupo de colaboradores.

El profesor Castellón llamó la atención sobre el hecho de que las láminas estuvieran numeradas y una de ellas tuviera el número 178, por lo que calculó que se ha podido salvar del vertedero «un diez por ciento» de los diseños religiosos.

Cristóbal Velasco, hijo, de 54 años, agradeció el esfuerzo de la archicofradía por salvar este patrimonio artístico y confesó: «De mi padre llevo orgulloso 54 años».

Un artista polifacético recuperado con todos los honores.