Aún pendiente de pasar por mesa sectorial, las reacciones sindicales a la planificación de vacaciones presentada el pasado martes a las Juntas de Personal del Clínico y Carlos Haya, no se han hecho esperar. CCOO, UGT, CSI-F y Satse coinciden en denunciar que, como ya ocurriese durante los meses estivales del pasado año, las contrataciones de sanitarios, en cualquiera de las categorias, son «insuficientes». Lo mismo opinan del número de camas disponibles, que están convencidos de que será aún menor que en 2015, mientras la Junta insiste en que el plan será similar.

Todo ello a la espera de conocer el número concreto de profesionales que se incorporarán al sistema el próximo 1 de julio puesto que, como viene siendo habitual, «los datos son provisionales» y se ofrecen en días por categorías. Así, por ejemplo, para la enfermería (uno de los grupos más perjudicados), se ha acordado la sustitución de un total de 17.323 días para el complejo de Carlos Haya y de 7.700 para el Clínico. El secretario provincial de Sanidad de CCOO, Rafael González, ve un «claro recorte» del personal de sustitución, que es «extrapolable» al resto del año, y que «solo favorece a los conciertos privados».

«Las previsiones para Málaga son fruto de entender que la actividad se reduce en verano cuando no es así. Las peores consecuencias se vivirán en Urgencias donde el año pasado ya se produjeron grandes picos de saturación», sostiene Vicente Sandoval, delegado de UGT en Carlos Haya. Asimismo, asegura que, a pesar de que la administración no quieren hablar de camas cerradas, los datos oficiales señalan que durante el mes de julio habrá más de un 10% de camas cerradas (frente a un 89% de disponibles) y que en agosto el porcentaje se incrementará considerablemente acercándose al 25% para en septiembre volver a las cifras de julio. Aunque considera que en la práctica estos porcentajes serán mucho mayores. También lo cree su homólogo de CSIF en el Clínico, Juan Manuel Ruiz. «La dirección del hospital dice que no se cerrarán más de un 10%, pero la realidad puede ser distinta». Lo que supondría, como mínimo, el cierre de unas 300 camas durante los meses estivales en el Clínico.

Otro aspecto preocupante para CSIF es que «con el mismo número de sustitutos hay que cubrir las vacaciones de un mayor número de profesionales». Esto es así porque, según explica el sindicalista, este año unos 600 eventuales disfrutarán de su derecho a un mes de vacaciones por la recuperación de la contratación al 100% (que el pasado año era del 75%). Además, critica que la mayoría de las contrataciones, el 80%, son de dos meses de duración cuando en años anteriores eran de 3 o 4, y que todo esto redundará en un incremento de la demora en las listas de espera.

Los representantes de los tres sindicatos mayoritarios están convencidos de que los datos exactos del plan no se harán públicos hasta que no se hayan producido las contrataciones (previstas entre el 20 y el 28 de junio) para evitar la reacción de estos. Aseguran también, que «el criterio usado a la hora de planificar las sustituciones de verano no es sensato, sino que se basa en experiencias de años anteriores pero no en el plan funcional» porque creen que es inexistente en ambos centros.

En este sentido, se ha manifestado también Jose María de la Rosa, delegado del Satse en Carlos Haya; «es inadmisible la falta de información y transparencia, no entendemos porque no se nos da el plan funcional». Para él, «los contratos no pueden ser similares a los de 2015 cuando se cierran más camas». Puesto que, «a los cierres habituales se suman también los de la unidad de otorrino y cirugía plástica, además de una reducción del número de días en los que los quirófanos estarán operativos durante el verano en el complejo», explica.

En cuanto al cierre de centros primarios, apuntan que es significativo que Barbarela solo cerrará por las tardes a diferencia del pasado verano.