­El temido mosquito tigre ha llegado ya con fuerza a algunos barrios del oeste de la capital malagueña, como Guadalmar, Sacaba o el entorno de la desembocadura del Guadalhorce. También ha sido detectado en la zona de Campanillas, si bien su presencia es aún mayor en municipios como Alhaurín, Torremolinos o Benalmádena, según informaron este martes fuentes municipales.

Las últimas lluvias han propiciado la aparición de este tipo de mosquitos, al igual que de los normales, por lo que las llamadas de los vecinos alertando de su aparición se han multiplicado durante estas semanas. A diferencia del normal, el mosquito tigre puede aparecer en cualquier sitio, siendo muy habitual su presencia en cualquier estancamiento de agua por pequeño que sea, «incluso en los platos que habitualmente se colocan bajo las macetas», explica Luis Medina-Montoya, director general del Área de Medioambiente y Sostenibilidad del Consistorio malagueño.

Otra diferencia para su detección es que el mosquito tigre pica durante todo el día, mientras que el normal solo lo hace por la tarde o noche, y que la reacción que produce en la piel es mucho mayor.

«Estamos actuando del mismo modo que todos los años, nos desplazamos hasta la zona donde se ha registrado la llamada para comprobar si realmente se trata del mosquito tigre o ver si hay larvas, por ejemplo, porque no siempre se sabe con certeza», asegura el director, quien confirma un aumento de los casos, al igual que ocurriese el pasado otoño.

La picadura de este insecto, una especie invasora, puede presentar severas complicaciones y para tratar de atajar este problema antes de que vaya a más el Ayuntamiento de Málaga y la Junta de Andalucía se han puesto en marcha y están colaborando en buscar soluciones, según confirmaron este martes fuentes de la Delegación Territorial de Medio Ambiente a este periódico.

Estas fuentes indicaron que el origen de este foco puede estar en los desagües de riego del campo de fútbol de Guadalmar, que es de césped artificial. Una vez conocido el problema el director del paraje de la desembocadura del Guadalhorce, Manuel Rendón, contactó con el Área de Medio Ambiente municipal. Asimismo, el delegado territorial de Medio Ambiente, Adolfo Moreno, escribió una carta a la Diputación de Huelva, donde están los mayores expertos en plagas de mosquitos, para que prestarán asesoramiento al Ayuntamiento de Málaga.

La Diputación onubense ha mostrado su disposición a ayudar y a finales de mes mandarán a un equipo de expertos a conocer el problema de Málaga, acompañados por un biólogo experto en plagas de la Delegación Provincial. Estos examinarán la situación de zonas como Guadalmar, la desembocadura del Guadalhorce o Sacaba,además de analizar registros de arquetas y los campos de césped artificial de las zonas donde está apareciendo este insecto.

Fuentes de la Junta recordaron que no sólo se están detectando más presencia del mosquito tigre, sino tamibién de otras variedades, que aumentan por el calor e incidieron que la desembocadura no genera el mosquito tigre.

El Consistorio malagueño ha puesto en marcha una campaña de prevención que incluye una serie de consejos para los vecinos, así como unos puntos a tener en cuenta por los ciudadanos que deseen colaborar con la institución.

La picadura del mosquito tigre puede provocar enrojecimiento de la piel, prurito, inflamación y dolor, además de reacciones alérgicas. El mosquito tigre es una especie originaria del sudeste asiático que, a diferencia de los mosquitos autóctonos, se cría y vive mayoritariamente en viviendas y lugares privados. Por eso, controlar a este insecto es una tarea que depende de los ciudadanos y, en menor medida, de las administraciones públicas. el mosquito tigre opta por las pequeñas concentraciones de agua, como macetas, bebederos de animales, pilas para el lavado de ropa, botellas rotas, latas vacías o, incluso, los juguetes con agua, tan populares ahora en verano.