­Los juzgados de guardia de la Costa del Sol vuelven a afrontar el verano con la mitad de personal y el doble de trabajo. Por eso, los sindicatos SPJ-USO y STAJ han dirigido sendos escritos al consejero de Justicia e Interior, Emilio de Llera, solicitándole que todos funcionarios de la plantilla puedan hacer las guardias dado que el trabajo se multiplica. Según estimaciones de ambas organizaciones, si un día cualquiera de invierno hay unos diez detenidos en una guardia, esta cifra se duplica y triplica en julio y agosto.

Hasta 2012, todos los juzgados de Instrucción hacían las guardias en la Costa del Sol con la totalidad de la plantilla (ocho funcionarios), pero la Junta, en un contexto de carestía económica y recortes, se acogió a una instrucción del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para obligar a que sólo la mitad de los empleados públicos auxiliaran a jueces y secretarios en las guardias.

«Nada ha cambiado en los juzgados desde 2012 y se aproximan las fechas estivales correspondientes a esta anualidad de 2016, con lo que ello conlleva un incremento de afluencia de turistas nacionales e internacionales a las costas malagueñas, con especial repercusión en Marbella, Torremolinos y Fuengirola por el enorme crecimiento de su población flotante en julio, agosto y septiembre», dice el sindicato SPJ-USO en su escrito, para recordar que de ocho funcionarios se ha pasado a cuatro, pero sólo tres tramitan procedimientos dado que uno de ellos es auxiliar.

De la misma forma se expresa el STAJ. «Con ocasión del inicio del periodo estival la Costa del Sol sufre un incremento de población que en muchos municipios, según estimaciones de diferentes ayuntamientos puede suponer más del 50% de la población censada. Sin embargo, el número de órganos judiciales y personal que presta servicio en ellos permanece inalterado».

Esta situación es extensible a Málaga capital, así como a Torrox y a Vélez Málaga. Si en una guardia normal de la temporada baja hay ocho o diez detenidos, algunos días de julio y agosto, y más si coinciden con fiestas locales, se pasa de los veinte. El hecho de que la mitad de la plantilla haga las guardias supone «una falta de calidad en la prestación de un servicio esencial y de primer orden como es el desarrollado por un juzgado de guardia porque se acumula la tramitación de los procedimientos, todos de carácter urgente», dice el SPJ-USO.

Avalancha de trabajo

Entre esos trabajos están la recepción de denuncias de los ciudadanos, la regularización de la situación personal de los detenidos puestos a disposición judicial (puesta en libertad, ingreso en prisión, etcétera...), buscas y capturas, tramitación de diligencias urgentes y diligencias previas, internamientos de extranjeros, celebración de juicios por delitos leves inmediatos, «lo que conlleva un enorme incremento de la carga de trabajo para los funcionarios asistentes a la guardia y que no se puedan dedicar a los ciudadanos que acuden al juzgado de guardia el tiempo y la atención que requieren, llegándose a no recibirles denuncias y tener que derivarlos» a la policía, denuncia SPJ-USO.

STAJ, por su parte, insiste en que la población flotante se dobla en verano y ello conlleva un aumento espectacular en el trabajo, lo que afecta a la calidad del servicio y el volumen de labores es «inasumible para los compañeros». «Históricamente las localidades costeras de Málaga han realizado todos los años las guardias con la totalidad de la plantilla hasta 2012», precisa el sindicato. Hasta ese año, toda la plantilla acudía a las guardias, en las que además se reciben numerosas causas complejas.

«Resulta paradójico que por la consejería se realicen desembolsos importantes en campañas de publicidad sobre la justicia y la implantación de la Nueva Oficina Judicial y, por contra, se recorte míseramente el servicio de guardia», precisa. «Los horarios establecidos para la guardia en estas poblaciones, de nueve de la mañana a dos de la tarde y de cinco a ocho, se incumplen sistemáticamente por falta de funcionarios, ya que es materialmente imposible que, con la mitad de la plantilla, pueda tomarse declaración a todos los detenidos», afirman.

Ambos sindicatos insisten en quejarse de que, pese a que deben hacer guardias con muchísimo trabajo con la mitad de la plantilla, los funcionarios de estos órganos han de planificar sus vacaciones teniendo en cuenta el incremento poblacional que se da cada verano en todo el litoral malacitano. Por ello, ambas organizaciones solicitan, por enésima vez, a la Administración autonómica que refuerce con toda la plantilla las guardias de Torremolinos, Fuengirola y Marbella, como era habitual hasta agosto de 2012, ya que ello permitirá paliar la situación de colapso que sufren estos órganos y la «especial penosidad» que soportan los empleados públicos. Si lo solicitado no es posible, reclaman que, al menos, las guardias puedan realizarse con toda la plantilla disponible en los distintos juzgados entre julio y septiembre.

«Infraestructuras bochornosas»

El sindicato STAJ añade otra crítica a los recortes y es la situación de las infraestructuras judiciales de la provincia. «A esta situación sumamos unas instalaciones anacrónicas, con juzgados donde no hay espacio para custodiar a los detenidos como Estepona uno y dos o Torremolinos cinco, y Torrox, cucho edificio está en unas condiciones especialmente bochornosas», recalca esta plataforma sindical. Este hecho también ha sido criticado hasta la saciedad por el sindicato SPJ-USO.

El propio TSJA lo advirtió en la última memoria: «En relación a la provincia de Málaga, hay que reiterar los graves incumplimientos que se derivan de la dispersión de las sedes judiciales y las deficiencias graves existentes en los partidos judiciales de la Costa del Sol».

En Torremolinos, por ejemplo, hay tres sedes distintas, lo que provoca una «insuficiencia de espacio para instalaciones y archivos» y se necesita «la renovación de numerosos elementos del mobiliario, muy deteriorados, y mejorar el espacio y las instalaciones, precisando una actuación de mejora singular en el Registro Civil».

En Fuengirola también hay sedes dispersas, tres en concreto, al igual que en Marbella y Estepona, lo que provoca problemas de seguridad. Torrox es el partido en peor situación precisamente por el mal estado en la que se encuentra su sede, aunque de momento parece que no hay dinero.