La temporada veraniega trae consigo mucho ocio, pero también muchos riesgos. Cuatro fallecidos por ahogamiento en aguas de la Costa del Sol en las última semanas es un serio toque de atención para las autoridades y, sobre todo, para los residentes y visitantes que comienzan a llenar de forma masiva los espacios acuáticos del litoral y del interior de la provincia. El repunte de fallecidos en el agua nada más iniciarse la temporada no es casual en Málaga, que hasta el jueves de la semana pasada acaparó ocho de los doce fallecimientos por este motivo en Andalucía y que ya el año pasado sumó al menos 25 muertos en estas circunstancias, cifra que supuso el 36,7% de los 68 de Andalucía y el 6% de los 414 de toda España, según los datos Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS). Si este informe y otro anterior de la aseguradora Mapfre destacaban la vulnerabilidad de los más mayores en el medio acuático, las conclusiones de otro más reciente que se centra en los más pequeños de la familia no son menos preocupantes. Tanto es así que un estudio de Abrisud, una compañía especializada en el sector de las piscinas, ha puesto la lupa sobre los ahogamientos entre menores y Málaga vuelve a ser una referencia en cuanto a incidencias de este tipo en este segmento de la población. Hasta cinco fallecimientos infantiles se contabilizaron el pasado año en distintos espacios acuáticos de la provincia, un 20% del total y una buena parte de las 11 que se registraron en la región y las 38 de toda España. La Costa del Sol lidera la lista nacional.

El estudio, que recuerda que los ahogamientos suponen la tercera causa de muerte infantil en el mundo con especial incidencia entre niños de 1 y 4 años y un menor puede ahogarse en 20 centímetros de agua en menos de dos minutos, destaca la importancia que tienen estas cifras si se tiene en cuenta que el 56% de estos accidentes se produjeron en piscinas privadas y otro 10% en instalaciones municipales. Estos porcentajes encajan con las cinco muertes de menores contabilizadas el año pasadoen la provincia, donde se calcula que se ubican el 10% (alrededor de 18.000) de las 180.000 piscinas de Andalucía y donde las víctimas tenían 1, 2, 3, 4 y 12 años. De hecho, tres de los siniestros registrados el año pasado en la Costa del Sol se produjeron en este tipo de instalaciones (dos privadas y una de hotel) y las otras dos se produjeron en una balsa (en proceso judicial) y en un jacuzzi, respectivamente. Con los datos que maneja Abrisud, los fallecimientos en ríos o en parques supusieron una incidencia del 8%, en el mar del 2% y el 20% restante tuvo lugar en distintas ubicaciones como balsas de riego o canales.

Consejos

El informe de Abrisud también incluye una serie de consejos en la que ya es si VI Campaña de Seguridad Infantil en la Piscina. Entre ellos destaca la importancia de que los niños nunca accedan a las instalaciones o se bañen sin la supervisión de los mayores y el hecho de utilizar manguitos o chalecos hinchables a la hora de darse un chapuzón.

Igualmente, al igual que los mayores, es aconsejable que los más pequeños se duchen antes de meterse en el agua poco a poco y no de golpe, acción que puede provocar dolor de tripa. Lo recomendable es evitar que se lancen al agua de cabeza, pero en caso contrario lo idóneo es hacerlo desde el borde y nunca en zona menos honda para evitar golpes en la cabeza con el fondo. De la misma forma, no es aconsejable correr cerca de los bordillos y los toboganes, ya que suelen ser muy resbaladizos. Otra forma de que se hagan daño es evitar que los juguetes queden en el agua y en el entorno de la piscina para evitar caídas y golpes.