­El turismo estaba expectante ante el resultado de las votaciones en Reino Unido y el sí al Brexit ha abierto la puerta al panorama que más temía un sector que tiene en los visitantes británicos uno de sus pilares básicos. Tras el recuento, ayer tocaba reflexionar sobre un futuro, en lo que se refiere al turismo, que se puede torcer sin la presencia del primer emisor de visitantes extranjeros tanto para Málaga como para Andalucía, y las principales voces del sector no tardaron en abogar por la cautela, la tranquilidad y la esperanza de que nada cambie, aunque no sin temores.

La Costa del Sol tiene en el mercado británico a su principal emisor extranjero, un turismo fiel al destino y que en los últimos años además ha registrado un importante aumento en sus cifras, ya que Reino Unido ha dejado de viajar a destinos como Egipto, Túnez o Turquía, debido a los atentados y la falta de seguridad. Sólo el año pasado, la presencia de viajeros británicos en hoteles de la Costa del Sol aumentó un 11,5%, con 88.000 turistas más, según los datos de Turismo Costa del Sol. De hecho, son el 30% de los viajeros internacionales alojados en hoteles de la provincia y también son los primeros en llegadas al aeropuerto de Málaga. El año pasado, 2,2 millones de las entradas totales al recinto malagueño fueron de ciudadanos de Reino Unido y uno de cada tres pasajeros llegados a la capital procedían de una ciudad británica.

Las previsiones turísticas de la Costa del Sol en este mercado, vital para el buen funcionamiento del sector malagueño, eran a principios de año además bastante positivas. Según anunció la Diputación en la pasada WTM, la previsión era seguir creciendo en las llegadas y un incremento del 5% en lo que respecta a los turistas que optan por los apartamentos turísticos, un segmento que va ganando terreno en este mercado (nueve de cada diez que eligen esta opción en Andalucía llegan a Málaga), que además contribuye a la desestacionalización del destino, ya que viajan a la Costa del Sol durante todo el año y muchos de ellos tienen una segunda residencia aquí, por lo que suelen viajar en más de una ocasión a la provincia cada año.

El año pasado llegaron a Málaga 1,1 millones de turistas británicos y en lo que va de año este mercado ya ha crecido un 19%. Por ello, ayer el presidente de la Diputación de Málaga y Turismo Costa del Sol, Elías Bendodo, quiso lanzar un mensaje de tranquilidad y se mostró confiado en que «las cosas van a seguir funcionando bien». «Tienen todos sus derechos garantizados como cualquier otro ciudadano no español que viva en la Costa», insistió Bendodo, que reconoció no obstante que la salida de Reino Unido de Europa «no es una buena noticia». El presidente provincial recordó que Málaga ya era un destino preferente para el mercado británico antes de que existiera la UE. «La Costa del Sol es un destino turístico fuerte y preferente para ellos y lo seguirá siendo en el futuro», aseguró.

En Málaga capital, los británicos son los turistas extranjeros con los números más altos y el año pasado este mercado batió todos sus récords, con un incremento del 9,6% y con una cuota del 14,8% del total de viajeros internacionales alojados en los hoteles de Málaga.

Para Andalucía, el mercado británico también es su principal emisor extranjero y en estos últimos años la comunidad ha promocionado en Reino Unido su oferta complementaria para atraer a este turista durante todo el año, no concentrados en la temporada alta, si bien es el sol y playa la principal motivación para este visitante, que además tiene a Málaga como destino preferido (dos de cada tres viajeros hoteleros en Andalucía se alojan en Málaga). A ello se refirió el consejero de Turismo de la Junta, Javier Fernández, que admitió que «alguna consecuencia habrá», y afirmó que Andalucía tendrá en la calidad de su oferta su «principal prioridad» para afrontar este nuevo escenario. «Hay que ir atajando los efectos con más promoción y con la calidad que caracteriza a Andalucía», explicó el consejero, que adelantó que esta situación se tendrá en cuenta para el plan de acción del año que viene y el próximo plan de marketing. Fernández reconoció que las repercusiones se pueden notar más en la diferencia de la libra y el euro a la hora de viajar y en el turismo residencial, que ser residentes pasarán a ser turistas, según declaraciones recogidas por Europa Press.

Por su parte, el presidente de la patronal hotelera de la Costa del Sol, Aehcos, Luis Callejón, espera que el mercado británico mantenga su fidelidad con el destino, si bien asumió que la devaluación de la libra puede traer consecuencias, «ya que no vamos a un destino tan atractivo económicamente». «El británico es fiel a la Costa y confío en que siga así», insistió.

El presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Javier González de Lara, apuntó que Andalucía «se verá afectada», aunque cree que esta situación debe ser «una oportunidad para Andalucía, para ser más competitivos que nunca». Así, señaló que sectores como el turismo o la agroindustria podrían sufrir las consecuencias y se refirió la posible existencia de efectos a medio plazo, como en la desestacionalización turística aunque considera en ese punto que «es pronto para hablar».