El Ayuntamiento de Málaga quiere poner en marcha un plan para minimizar los efectos del brexit británico en Málaga, especialmente en el sector turístico. El equipo de gobierno presentará en el pleno de hoy un programa de iniciativas para su aprobación. La más singular de ellas es sin duda que Málaga se postula para ser sede de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), un organismo de la Unión Europea con sede actual en Londres y que deberá dejar esta capital a raíz de la salida del Reino Unido de la Unión Europea por el brexit.

El alcalde, Francisco de la Torre, ha visto la oportunidad de volver a plantear el que Málaga sea la sede de un organismo internacional como es en este caso la EMA, una agencia de la Unión Europea con más de 699 empleados dedicada a la promoción y protección de la salud en el ámbito europeo.

Minimizar consecuencias. La iniciativa forma parte de un conjunto de medidas que el gobierno local presentará hoy al pleno para hacer frente a los efectos del brexit o salida de Reino Unido de la Unión Europea. En ese sentido, el Ayuntamiento plantea «intensificar la promoción» turística de Málaga en el Reino Unido, de forma coordinada con la que pudieran llevar a cabo la Junta de Andalucía y el Gobierno de España. Una tercera medida sería la de intensificar la promoción de Málaga «como espacio atractivo para las empresas británicas, especialmente las de tipo tecnológico. «Las empresas que quieran dejar el Reino Unido para pasar a estar ubicadas en la Unión Europea tras la redefinición originada por el brexit, tienen en Málaga un espacio ideal, realmente atractivo», se lee en la moción.

Se trata de medidas para tratar de «minimizar las consecuencias negativas» del brexit. El mercado británico es el principal emisor de turistas internacionales en la ciudad de Málaga; en 2015 se alojaron en los hoteles de Málaga un total de 86.128 turistas procedentes del Reino Unido; la devaluación de la libra como consecuencia del brexit encarecería los viajes a España y eso produciría un descenso de la demanda británica. En la moción se explica que si en los seis años de crisis la libra se apreció casi un 30% respecto al euro y los británicos se decantaron por España como destino vacacional, ahora podría suceder justo lo contrario: la devaluación podría actuar como un freno a la contratación de viajes.

Pero también podría afectar a los más de 56.000 británicos que viven ya en la provincia de Málaga y a los que hay que tender puentes de permanencia.