­La trayectoria profesional de Manuel Azuaga, nacido en Málaga en 1947, ha estado ligada casi en su totalidad al sector financiero, donde acumula 43 años de experiencia. De la misma edad que Braulio Medel, con el que comparte además su gusto por la discreción tanto en su trabajo de gestión como en su relación con los medios, Azuaga se convierte en el nuevo máximo responsable de Unicaja Banco tras una fructífera trayectoria en la que se consolidó como el segundo de a bordo en la entidad y como la persona de máxima confianza del hasta ahora presidente.

En realidad, Azuaga no parecía ir para banquero, ya que se licenció en Filosofía y Letras por la Universidad de Málaga aunque posteriormente hizo un máster en Auditoría Interna y Planificación y Control de Gestión en la antigua Escuela Superior de Cajas de Ahorro con el que se encaminó a este sector. Se incorporó a la antigua Caja de Ahorros de Antequera en 1986, tras pasar previamente por otras entidades como la Caja Rural de Málaga o el Banco Atlántico. Como directivo de la caja antequerana, tuvo protagonismo en el proceso de integración de las cinco cajas de ahorro -Ronda, Almería, Cádiz, Málaga y Antequera- que dio lugar en 1991 a la constitución de Unicaja, donde fue nombrado subdirector general de Planificación y Control de Gestión. En 2004, siendo director territorial de Unicaja para Málaga capital, dio el salto a la administración pública con la entonces ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, para ocupar el puesto de presidente-director general del ente público de aeropuertos Aena, llevando la gestión de más de 60 aeropuertos en España e Iberoamérica. Ocupó esa responsabilidad durante cuatro años plazo en el que impulsó proyectos como la ampliación del aeropuerto de Málaga o la tercera pista de El Prat. En 2008 dejó la presidencia de Aena alegando motivos personales y se volvió a incorporar a Unicaja como director de la División de Participadas.

En junio de 2010 fue nombrado director general de la entidad y, en 2013, consejero delegado. Desde esa función, Azuaga fue el encargado de pilotar el proceso de compra de Banco Ceiss (la antigua Caja España Duero) por parte de Unicaja en lo que se reveló como un proceso complejísimo y muy farragoso. Tras culminarse esta integración, en 2014 fue nombrado también presidente de Banco Ceiss, conservando su puesto de consejero delegado en la entidad malagueña, donde también ocupaba una de las vicepresidencias.

Como nuevo presidente de Unicaja Banco, a Azuaga le toca ahora afrontar tareas como la supervisión de los procesos de ajuste en la filial Ceiss y, lo más inminente, encarar la salida a Bolsa de la entidad malagueña, algo previsto en este 2016.

Fuentes del sector señalan que la entidad sigue aguardando el «mejor momento» para ello, en medio de un ejercicio presidido por una gran incertidumbre en los mercados de renta variable. La salida del Reino Unido de la Unión Europa tras el triunfo del brexit ha contribuido a alimentar esa inestabilidad con nuevas caídas en las bolsas, algo que obligará a Unicaja a afinar al máximo su fecha de debut en el parqué.

Al margen de eso, la entidad siempre está en las quinielas cuando se habla de una posible nueva oleada de fusiones en el panorama financiero español. La aspiración de Unicaja siempre ha sido la tratar de ganar dimensión a través de las fusiones, aunque siempre en procesos que pudiera encabezar. Ese deseo permanece vigente. Claro que también existe el riesgo para Unicaja de que un pez más grande pueda estar al acecho.