El buque oceánico Río Segura atracó en el muelle 2 de Málaga tras su participación en la operación Tritón en aguas de Italia. Arsenio Fernández de Mesa, director general de la Guardia Civil, visitó ayer la embarcación para conocer cómo se desarrollaron las labores de rescate. «He venido a recibir al ´Río Segura´ y a su tripulación, después de más de 84 días de mar, en un operación humanitaria muy importante para España, Europa y el mundo entero. Les doy mis más sinceras felicitaciones».

La operación Tritón es una actuación de la Agencia Europea de Fronteras Exteriores (Frontex) liderada por Italia en el Mediterráneo central. La misión principal de los guardias civiles allí desplegados es el auxilio y rescate de los inmigrantes procedentes de África y de los que huyen de países árabes en conflicto, como Siria.

Martina Aparicio, teniente coronel médico destinada en el servicio de material móvil de la Guardia Civil y comisionada en la operación, habló ayer de las vidas que han logrado salvar: «Hemos rescatado a más de 2.300 náufragos y tratados médicamente a unas 1.200 personas». Las personas que intentan cruzar el mar tienen diferentes necesidades como diversas heridas, quemaduras, embarazadas, etc.

La tripulación del «Río Segura» está compuesta por 29 hombres y mujeres voluntarios de la Guardia Civil que han decidido prestar sus servicios a los que más lo necesitan. «No hay ninguna operación más importante que otra, en todas se salvan vidas. La más numerosa ha sido la última, 621 personas en total», explicó el comandante Francisco Alba. Esta última tanda de rescatados se caracterizó por la cantidad de quemaduras que se produjeron en las «gomas», como llaman a las pateras, por el contacto de la gasolina con el agua salada.

Cuando se realiza un rescate la plataforma de vuelo es donde se coloca al mayor número de personas. Las mujeres y los más pequeños van en la sala de náufragos, donde están más seguros. A cada persona que pisa la embarcación se le dota de medios humanitarios: Alimentos, ropa y unos sacos de supervivencia, explicó el comandante Alba.

La situación que se está viviendo es trágica, las pateras no paran de llegar y son muchos los que no consiguen pisar de nuevo la orilla. «Nunca había visto en mis treinta años de experiencia una situación tan dramática como la que se está viviendo en el mediterráneo» lamentó ayer Alfredo Alberto.