­ Los juzgados de la provincia han registrado en el primer trimestre del año 45.542 casos penales, un 39,3% menos que en los tres primeros meses del ejercicio anterior, cuando se contabilizaron 78.316. Ello quiere decir que, en sólo un año, la cifra global de procedimientos penales registrados ha caído en 30.774, según los datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Ello no se debe a que haya menos delincuencia, sino a que una reforma del artículo 284.2 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (Lecrim) permite que los atestados policiales que no tengan autor conocido del delito denunciado ya no se remiten a los órganos de Instrucción. A ello se suma otro factor: hasta ahora, los hospitales y centros de salud enviaban cualquier parte de lesiones a los juzgados de Instrucción, pero a partir de diciembre, por prescripción legal, sólo se remiten aquellos partes en los que hay denuncia expresa. Estos dos factores han hecho que caiga espectacularmente el número de asuntos penales.

La caída es similar en Andalucía: en el primer trimestre del año la disminución de asuntos registrados ha sido del 41,3%, cayendo hasta los 207.139 procedimientos.

Con esta previsión legal, el trámite se reduce porque lo que se hacía tras enviar el atestado policial o el parte de lesiones era abrir un procedimiento asignándole un número de diligencias previas para que luego el juez lo archivase en un auto. Menos trabajo, por tanto, y más tiempo para dedicarse a los casos que sí están vivos.

Fuentes judiciales señalan, de cualquier forma, que «se mueve menos papel inútil y los trabajadores se concentran más en lo que tiene sentido». De cualquier forma, añade que no se trata de que esos casos vayan a quedarse sin resolver indefinidamente. «Antes, la policía, por ejemplo, recibía una denuncia por daños en el coche y no se sabía quién era. Los agentes enviaban la denuncia al juzgado de Guardia, pero ahora esa denuncia continúa en la policía y se continúan haciendo gestiones. Ya no lo traen al juez de guardia, sino que cuando termina la investigación policial se le manda. Digamos que antes se mandaba todo y ahora se envía cuando atrapan al delincuente», subrayan las fuentes consultadas por este periódico.

En cuanto a los partes de lesiones, que conforman el otro gran grupo de esos más de 30.000 casos, las fuentes señalan: «El juzgado de guardia canaliza todas las incidencias, las denuncias expresas y las presuntas, como ocurre con los partes de lesiones. Si el servicio de urgencias estima que una intervención puede dar lugar a una denuncia, se envía al juzgado de guardia. Todos esos partes de lesiones ya no se reciben, sino que sólo se envían los que tienen denuncia expresa».

Las fuentes indican que, de cualquier forma, se recibe lo «investigable». Sobre los atestados policiales sin autor conocido, señalan, «simplemente se continúan haciendo gestiones y pesquisas y si no hay frutos al año de investigación, acaban archivándose directamente por la policía».

Las fuentes insisten en que era una reivindicación histórica de los juzgados de Instrucción, porque lo lógico es que «vaya al juzgado lo que podemos juzgar». «Incoar 400 partes de lesiones sin sustancia para archivarlos después es un trabajo inútil. A los órganos debe llegar aquello que podemos juzgar», precisan.

Lo cierto es que este tipo de asuntos suelen estar relacionados con pequeños hurtos o robos que no son graves, así como daños en los coches o en la propiedad ajena, entre otros, así como también está el otro gran grupo de lesiones sin denuncia expresa tales como caídas, golpes o agresiones, etcétera...