Un vial, recientemente asfaltado en los confines de la ciudad, de escaso tránsito y sin apenas vida ni actividad ciudadana alguna, rodeando por su parte Este al Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), es el lugar elegido por el Ayuntamiento para darle el nombre del alcalde Pedro Aparicio. Pomposamente lleva la denominación de «avenida alcalde Pedro Aparicio». Ni siquiera ha sido inaugurada oficialmente ni se informó a la familia ni se dio conocimiento del hecho a la ciudad. La familia descubrió casualmente su existencia y mostró su malestar y enfado por la forma en que el Ayuntamiento ha actuado silenciando este reconocimiento.

Aparicio, primer alcalde de Málaga tras la democracia y durante 16 años, falleció repentinamente el 25 de septiembre de 2014. Rápidamente surgió el impulso social de dar su nombre a una calle o un lugar emblemático. A la par que la concesión de la Medalla de la Ciudad, se puso en marcha el proceso municipal para dar a una calle su nombre. Este es un trabajo que realiza la comisión de calles que opera dentro de la Concejalía de Cultura.

La comisión le ofreció a la familia elegir entre varias calles, «todas ellas en las zonas nuevas de la ciudad, porque en la ciudad consolidada no podemos cambiar el nombre a una calle por los problemas que generaría a su vecindario», explica la concejala de Cultura, Gemma del Corral, que añade que la familia «estuvo de acuerdo con la calle que se eligió».

La responsable de Cultura explicó que posteriormente, «por iniciativa municipal decidimos que mejor que una calle era dar su nombre a un espacio cultural» y por ello se dio el nombre de Pedro Aparicio al Centro de Documentación del Teatro Cervantes.

«A la familia le pareció bien y lo preferían a la calle, por eso decidimos dejar sin efecto la concesión de la calle». Sin embargo, según explica Del Corral, «por un error administrativo el expediente de la calle siguió adelante». Finalmente, culmino y llegó hasta el Centro Municipal de Informática (Cemi), encargado de la rotulación de calles.

«El Cemi rotuló la calle y puso las placas, sin conocimiento nuestro (del Ayuntamiento) «No hicimos inauguración ni acto oficial alguno, pues no sabíamos que se le había dado el nombre a la calle, pues para nosotros solo se daba su nombre al Centro de Documentación».

En enero de este año, cuando se inaugura dicho centro, la familia hizo saber al PSOE de la existencia de la calle y mostró su malestar porque no se le había comunicado ni invitado a su inauguración.

En el PSOE, por respeto a la familia, no han querido hacer público el malestar del partido por el tratamiento del Ayuntamiento a Aparicio. «Hablé con el alcalde en privado y le hice llegar nuestra protesta, él me respondió que el sitio no le parecía mal», explicó María Gámez, que añadió que «no solo lo han hecho mal, también sin consenso, no se puede hacer peor y con menos respeto. Se le da una rotonda al jeque del Málaga y al alcalde que la modernizó se le silencia»