­Las cámaras toman imágenes de manera frontal con ráfagas de hasta 50 fotogramas por segundo que permiten detectar la infracción al detalle. Acto seguido, la máquina toma la matrícula para identificar el vehículo y así poder tramitar la multa automáticamente. El subdirector de Gestión de la Movilidad de la Dirección General de Tráfico, Jaime Moreno, asegura que antes las imágenes van llegando desde las diferentes cámaras a un centro de gestión donde se realiza un primer filtro de calidad para que la conexión con las cámaras sea adecuada. «Una vez que se seleccionan se envían directamente al centro de denuncias de León donde pasa un filtro de videoanálisis que descarta entre un 60 y un 70% de las imágenes en las que se ve claramente que el conductor sí lleva el cinturón, mientras que el resto de capturas en las que no se detectan pasan a ser visionadas una a una por un operador del centro de denuncias automáticas del centro Estrada de León y que de confirmarse la infracción se sanciona con una multa de 200 euros y la resta de tres puntos», explica Moreno. El objetivo inicial de la DGT era que el 60% de estas cámaras se instalaran en carreteras convencionales, que son las que registran la mayor accidentalidad y siniestralidad y el 40% restante en vías de alta ocupación. En varias muestras realizadas en las cámaras en pruebas, el 2% de los conductores de los vehículos captados por las mismas iban sin cinturón de seguridad. «La intención es que estas cámaras estén distribuidas por todo el territorio nacional», apunta el responsable.

Según los datos de la propia DGT, en 2014 (último año de datos consolidados), el número de personas que fallecieron en carretera sin llevar el cinturón de seguridad representó un 24 por ciento (194 de los 822 usuarios de turismos y furgonetas) «a pesar de que es conocida la importancia del uso de este dispositivo, cuya utilización reduce a la mitad el riesgo de muerte en caso de accidente». Al igual que no todos los adultos hacen uso del cinturón de seguridad, con los menores ocurre lo mismo. No siempre son sentados y anclados correctamente en sus sistemas de retención infantil. Ese mismo año, dos de los 14 niños menores de 12 años fallecidos que viajaban en turismo o furgoneta no llevaban ningún dispositivo de seguridad en el momento del accidente, ni 9 de los 82 heridos graves, ni 107 de los 2.724 heridos leves.

El objetivo, según la DGT, es lograr que su uso sea del cien por cien. Por eso, en colaboración con los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, realizan periódicamente una campaña de vigilancia del uso del cinturón de seguridad y de los sistemas de retención infantil. Como el uso de este dispositivo de seguridad es menor en las vías urbanas, tal y como recoge la encuesta sobre el uso de cinturón de seguridad de la DGT, se ha invitado a los ayuntamientos que disponen de policía local para que se sumen a estas campañas realizando estos controles en las vías de su competencia.