­Llega el verano y, como cada año, viene acompañado de un incremento en la demanda de agua para abastecimiento. En estos meses estivales la provincia suma miles de turistas a sus habitantes y las cifras de consumo se disparan, especialmente en toda la franja litoral. Con el mes de julio a punto de finalizar, las reservas de los embalses malagueños han descendido en casi 22 hectómetros cúbicos entre el día 1 y ayer, lo que ha hecho que el nivel de llenado total se sitúe ya por debajo del 50 por ciento. Esa cantidad es, prácticamente, casi la misma que los temporales de finales de la primavera aportaron al conjunto de presas de la provincia.

La temporada alta es la época que concentra el mayor consumo de agua de todo el año, con un balance que en los últimos años se ha movido en unos 80 hectómetros destinados a abastecimiento entre los meses de julio y septiembre. Sólo los hectómetros demandados en estos primeros 27 días del mes suponen casi una quinta parte del gasto anual. Y esa cifra irá a más en agosto, mes donde el consumo es aún superior. La buena noticia es que por ahora el descenso en hectómetros en los pantanos es levemente menor que la registrada el año pasado en la misma fecha; la mala es que esta demanda de agua está dejándose notar ya de forma negativa en presas como la de la Viñuela, que abastece a la comarca de la Axarquía y que es la que está a un nivel más bajo, apenas por encima del 40%. Y ello sin olvidar que el año pasado los pantanos malagueños, aún con una demanda mayor, tenían más reservas, ya que a finales de julio se encontraban a un 66% de su capacidad.

En situación totalmente contraria a la Viñuela se encuentra el pantano de La Concepción, que fue el más beneficiado por las lluvias que llegaron el pasado mes de mayo. Las escorrentías posteriores terminaron dejando un buen caudal en el embalse, que actualmente se encuentra al 83% de su capacidad y que afronta lo que queda de verano sin problemas. El pantano que abastece a la Costa del Sol Occidental ha consumido en este mes algo más de 4 hectómetros cúbicos, aunque no ha sido el que más ha visto bajar sus reservas. En este caso es el del Guadalteba, que se ha reducido en 6 hectómetros cúbicos. El conjunto de embalses del Guadalhorce ha descendido en estos últimos 27 días casi doce hectómetros, si bien hay que resaltar que esta caída no sólo está influenciada por el aumento de la demanda, sino que también tiene que ver el calendario de riegos que se ha concedido a los agricultores de la comarca.

Sequía. A pesar de las lluvias llegadas a final de la primavera, la provincia de Málaga entró en la temporada estival en una situación de prealerta de sequía, dado que el otoño y el invierno habían sido extremadamente secos y los pantanos no habían logrado rellenar sus reservas. De hecho, a fecha de ayer los pantanos tenían cien hectómetros menos de agua embalsada que hace un año, lo que supone casi el consumo anual de la provincia.

Si la tendencia de consumo sigue su tónica habitual este verano y no llegan las lluvias al inicio del otoño, Málaga comenzará el nuevo año hidrológico a partir del 1 de octubre con una situación de grave déficit hídrico, especialmente en el conjunto de embalses del Guadalhorce, necesitados aún de obras de mejoras.