Muchas personas juegan con la ropa para mostrar sus gustos y personalidad. Sin embargo, no todo el mundo tiene la opción de escoger entre una u otra prenda. En general, la ropa adaptada en el mercado es escasa y bastante cara, por lo que no cumple con las expectativas de los usuarios. La poca ropa adaptada disponible suele pertenecer a marcas extranjeras que inflan los precios. «En España hay poca y para adultos; es grande, tipo chándal», comenta la ingeniera técnica en diseño industrial Eva Naranjo, que junto a Elena Peñalver, impulsa esta marca.

Empezaron con unos picos, «ahora estamos a punto de sacar camisetas con apertura trasera». El motivo que les lleva a desarrollar estos productos se debe a la necesidad de buscar prendas para personas con movilidad reducida. Al tener los músculos rígidos es difícil vestirlos con camisetas convencionales. Pero eso no es todo, ya están en fábrica sudaderas, camisetas, abrigos, jerseys o pantalones, para la colección invierno-otoño.

Fueron unas de las ganadoras del Spin-Off 2015 de la Universidad de Málaga. Eso les supuso un impulso económico, junto al alojamiento en la incubadora de UMA Link. La cosa no quedó ahí, Don’t Stop Me es la única representante malagueña en la Convocatoria de Emprendimiento Social de la Caixa a nivel nacional. De 300 empresas han seleccionado solo a 20. Además de una aportación económica, ofrecen formación empresarial durante un año en «la mejor escuela del mundo, en el IESE Business School de Barcelona».

Hacen envíos tanto a nivel nacional como europeo a través de su página web. Están en contacto con centrales de compradores de ropa y ortopédicas que la incluirán en sus catálogos. Esperan colaborar con algunas asociaciones para que en la venta sean ellas las que se lleven un porcentaje, «así se revierte en el mismo fin».

Quieren organizar un desfile en el que niños con discapacidad muestren la ropa de Don’t Stop Me. Dicho evento tendría lugar a finales de septiembre en Málaga. Los detalles están por ultimar.

Eva Naranjo afirma que las ventas van bien, «teniendo en cuenta que llevamos un mes y no estamos haciendo publicidad».

Además de la venta de ropa, «hacemos ayudas técnicas, estamos desarrollando el primer triciclo que puede ser dirigido con diferentes periféricos». Este triciclo es eléctrico para uso de personas con altas dificultades de movimiento. Está muy perfeccionado, «un niño con el 98% de discapacidad lo puede manejar». Saldrá a finales de año con el objetivo de reducir su precio a lo acostumbrado: en el mercado está por más de 2000 euros, «lo queremos sacar a la mitad». Quizás el triciclo sea lo más llamativo, pero también desarrollan andadores, sillas de paseo o tronas de hogar entre otros instrumentos que facilitarán la vida en diferentes ámbitos a este colectivo.

Don’s Stop Me se dio de alta en abril, pero vienen trabajando desde el año pasado. Su objetivo principal es el diseño y desarrollo, fabricación y distribución de ayudas técnicas y ropa adaptada para niños adolescentes y adultos con movilidad reducida. Dentro de su público se encuentran los que tiene parálisis cerebral o esclerosis múltiple entre otras.