­ El Servicio de Criminalidad Informática (SCI) de la Fiscalía de Málaga ha pedido en sus conclusiones provisionales tres años de prisión para un vecino de Torremolinos por distribución y posesión de pornografía infantil. Además del periodo de reclusión, el fiscal pide el comiso de todos los archivos intervenidos, libertad vigilada y la obligación de hacer un curso de educación sexual y control de impulsos.

Según consta en la calificación fiscal, un vecino de La Rambla, en Córdoba, se bajó por error, el 8 de octubre de 2011, un archivo informático que contenía pornografía infantil y lo denunció a la Guardia Civil, la cual se puso a investigar qué personas lo estaban compartiendo y, dentro de estos, «qué usuarios habían compartido archivos que por su nomenclatura y tras visionarlos eran claramente de pornografía infantil, obteniendo doce objetivos que habían compartido los vídeos».

Así, entre las18.29 horas del 14 de marzo de 2012 hasta las 23.05 del mismo año, desde dos IP distintas el acusado, «guiado por el ánimo libidinoso, y empleando el programa de intercambio de archivos informáticos P2P Emule, se bajó el archivo y lo compartió con otros usuarios». Hizo lo mismo con más archivos de la misma temática que, examinados por los expertos de la Guardia Civil, resultaron contener vídeos de pornografía infantil de gran dureza cuya descripción se omite en esta información.

Con el correspondiente auto judicial, se comprobó que tales IP pertenecían a una compañía telefónica que las otorgó, a su vez, al acusado, que vive en una calle de Torremolinos.

Se practicó después la entrada y el registro de su domicilio, en concreto el 12 de diciembre de 2012, a las 9.53 horas de la mañana y los agentes pudieron comprobar que el acusado tenía conexión a internet y el programa de intercambio de archivos P2P Emule. En su disco duro, siempre según el relato acusatorio, poseía 70 archivos de vídeo de contenido pedófilo con menores de edad.

Los hechos han sido calificados como un supuesto delito de distribución y posesión de pornografía infantil por lo que procede imponer al encausado tres años de cárcel y el comiso de los medios informáticos, ficheros y archivos intervenidos.

Asimismo, una vez cumplida la pena será condenado a libertad vigilada, si así lo estima el tribunal juzgador, y se le obligará a hacer un curso de educación sexual y control de impulsos. El juicio, para el que aún no hay fecha, comenzará con el interrogatorio del encausado.