La asociación de vecinos de Guadalmar denuncia no ver cambios en la actuación de limpieza del río Guadalhorce que tantos problemas les está ocasionando con la plaga de mosquitos. Los vecinos recuerdan como siempre han tenido problemas con esta especie, pero en este último año la cosa ha empeorado. "Hemos llamado al concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, y al Ayuntamiento de Málaga y no están ayudando. Tanta noria, porque no invierten un poco aquí en al desembocadura del río, tan famosa que es", dice una de las vecinas.

Algunos vecinos están con fiebre, tiene que tomar antiinflamatorios y antihistamínicos, en resumidas cuentas "no podemos salir a la calle". Afirma que las familias que están viviendo en esa zona lo están pasando muy mal y un sentimiento de desesperación acude a ellos debido al silencio de la administración: "acudas a donde acudas todos son historias que se inventan", pero nadie limpia el río.

Dice que son mentira los movimientos de limpieza que supuestamente realizan. "De Guadalmar pasan olímpicamente". Piensa también en los negocios y comercios que se ven afectados por la plaga. "Con lo que ha mejorado Málaga se podían encargar un poquito de esta zona". Denuncia que solo se acuerdan de momentos como el vivido en las inundaciones del 80. "No es cuestión de presupuesto sino de voluntad". Esta situación de alarma no es nueva, ya en septiembre del año pasado los niños volvían del colegio con los ojos inflamados porque les picaban en el párpado. Ahora, lo que intentan los vecinos es hacer mucho ruido con la esperanza de que alguien les haga caso y limpien de una vez por todas la desembocadura del Guadalhorce.

Por su parte, el servicio de Vigilancia Sanitario Animal del Ayuntamiento de Málaga ya ha obtenido el permiso que necesitaba de los responsables del Paraje Natural de la Desembocadura del Guadalhorce. Esto posibilitará que actúen de forma directa en el seguimiento y control de mosquitos y, en caso necesario, recurrir a larvicidas. Hasta ahora solo han actuado en vigilancia. El descenso en los últimos días del nivel del agua en las lagunas de la desembocadura ha eliminado de forma natural las larvas de mosquitos. Según la observación, solo quedan mosquitos en edad adulta por lo que se espera poco a poco la disminución en número de la especie, debido a que su esperanza de vida es de una semana.