Tiempo es lo que necesita el Ayuntamiento de Málaga para solucionar el problema de los mosquitos en la desembocadura del Guadalhorce. Aunque ese tiempo puede parecer infinito para los vecinos que padecen día a día picaduras en una zona plagada de estos. Actualmente, el Ayuntamiento no puede actuar de forma directa contra la plaga de mosquitos. Desde la Administración afirman que no pueden fumigar a los mosquitos adultos, y menos en un paraje natural, con el riesgo que conlleva para la salud pública el uso de estos productos químicos.

Cada cuatro o cinco días se inspeccionan las zonas de riesgo, como alcantarillas o aquellos lugares que acumulan agua para evaluar la existencia de huevos y larvas. Ya cuentan con los permisos para actuar directamente en cuanto vean la existencia de estos mediante unas pastillas larvicidas. Así, las medidas serán de prevención para acabar con la especie antes de que este en su fase adulta.

¿Qué circunstancia hay ahora? Que no hay huevos ni larvas: el descenso de agua en la desembocadura los ha eliminado de forma natural.