El Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas ha pedido al Ayuntamiento de Málaga que inicie los pasos para disolver el Instituto Municipal para la Formación y el Empleo (IMFE) por la situación deficitaria que presentan sus cuentas. Esta empresa municipal se convierte así en la primera que se ve afectada en la capital por la exigencia del ministro en funciones de Hacienda, Cristóbal Montoro, que insta a los ayuntamientos a cumplir con la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local. Ésta, según se marcó al inicio de la legislatura de Rajoy, prevé la liquidación de todos aquellas empresas públicas que presenten una cuenta de rentabilidad negativa.

En el caso del IMFE, lleva acumulando pérdidas a lo largo de varios ejercicios económicos por lo que no cumple con los plazos previstos en la ley, y que establecían la fecha límite para equilibrar las cuentas en el pasado 1 de diciembre de 2015. Concretamente, en 2013, el IMFE cerró su balance con un saldo negativo de 469.419 euros. Unas pérdidas que prácticamente se duplicaron al año siguiente, ascendiendo hasta los 907.829 euros en números rojos en 2014. Este requerimiento de disolución se notificó, al igual que ya ocurriera con el Palacio de Congresos en Torremolinos, por una misiva emitida por el Ministerio y que fija un plazo de 15 días para comenzar con el proceso de disolución. Según confirmaron fuentes del Ayuntamiento, ya se han presentado alegaciones a este requerimiento. El IMFE entra ahora en una fase de incertidumbre, hasta que el Ministerio adopte una decisión definitiva. Según aseguraron fuentes de Hacienda a este periódico, una vez que se presenten alegaciones, se pasa a estudiar de nuevo caso por caso. Dadas las circunstancias de suspense político a nivel nacional, el cierre se podría dilatar.

El Ayuntamiento se apresuró a mandar al Ministerio toda la información con el actual estado de las cuentas, subrayando en el escrito que el IMFE, por la naturaleza de su actividad, no persigue una cuenta de rentabilidad sino «que pretende dar un servicio a la ciudadanía». Con este trasfondo, concluye el Ayuntamiento, que «no es necesario hacer corrección del desequilibro financiero» y se remite a que el déficit del IMFE se compensa con el superávit del resto de entes municipales.