­Málaga va camino de afianzarse como una provincia de camareros. El boom del turismo y la incesante llegada de viajeros ha disparado la demanda en un segmento de la hostelería que experimenta sus mayores picos durante la temporada estival. Los últimos datos publicados por el Observatorio Argos, que se encarga de radiografiar el mercado del sector turístico, confirman que existe una demanda de camareros sin precedentes. Entre los meses de marzo y junio, se han contratado en la provincia un total de 29.910, lo que supone un incremento del 9,79% si se compara con el mismo periodo de 2015. De acuerdo con estos datos, la figura del camarero asalariado lidera con amplio margen el ranking de nuevos contratos generados en el sector, por delante del ayudante de cocina con 7.119 contrataciones y del cocinero asalariado con 4.909.

El verdadero peso de la figura se aprecia cuando se analiza las cifras en términos globales. En este trimestre, que incluye a la Semana Santa y los meses en los que tradicionalmente se contrata ya con las miras puestas en la temporada de verano, se han registrado en Málaga un total de 50.499 personas en el sector de turístico. Esto confirma que la categoría de camareros es con diferencia la que más espacio ocupa en la hostelería malagueña.

Hablar de un cambio de modelo sería demasiado atrevido, dado que la economía de la provincia ha mostrado históricamente una fuerte dependencia del turismo y de la hostelería. Pero los posibles efectos de la crisis y la constricción del mercado laboral sí se ven reflejados. Aunque el número medio de demandantes de empleo en la hostelería haya descendido en un 7,62% si se compara con el año anterior, en parte por la lógica absorción que se produce por la creciente oferta, sigue siendo el sector que mejores posibilidades de encontrar un trabajo ofrece ahora mismo. La demanda total de mano de obra en la hostelería estaba hasta el mes de junio, según el Observatorio Argos, en unos 171.979 puestos de trabajo por cubrir. Dentro de las categorías, la de camarero fue la segunda más solicitada con 48.150, sólo por detrás de la categoría de personal de limpieza, que fue la más demandada con 55.915 puestos vacantes.

La cara B de este empleo, aupado sin lugar a dudas por el incesante crecimiento del turismo nacional, favorecido por la incertidumbre en otras zonas turísticas, está en su baja calidad. Los camareros son uno de los gremios donde más prolifera la temporalidad y los bajos sueldos. De los contratos firmados en la provincia, el 94,4% es de carácter temporal. Esto significa que es el empleo que más se crea en Málaga, pero que más rápidamente se destruirá también cuando acabe la temporada. Del total de los 50.499 contratos, sólo unos 2.800 no tienen fecha de caducidad. Queda claro, que el crecimiento del turismo no se refleja en proporción con la calidad del empleo.