­Su pasión, la cocina. Su sueño, participar en el programa culinario más famoso del mundo en su edición para los más pequeños, MasterChef Junior. Después del éxito que cosechó la cuarta edición de MasterChef con una cuota de 3,8 millones de espectadores que siguieron la final y la victoria de la concursante Virginia, las pruebas presenciales del casting del talent culinario más seguido del mundo han comenzado. Pero esta vez, los protagonistas son los más pequeños de la casa. Este lunes, niños de entre ocho y doce años se presentaron al casting en el Hotel NH de Málaga.

Nervios, tensión y algo de chispa de diversión es lo que expresaban los ojos de los pequeños concursantes. Todos ellos con una misión en mente: ganar el casting para tener un oportunidad en el programa y llegar a ser el vencedor de MasterChef Junior 4. De los 6.000 niños que se han presentado en España, 2.000 eran de Andalucía. De esa cantidad, 66 han sido los elegidos para el casting presencial que se realizó ayer en la capital. Muchos de ellos eran andaluces, pero también se presentaron niños de otras partes de España ya que pasaban las vacaciones en la Costa del Sol o en los alrededores.

La prueba de ayer consistía en emplatar a gusto del niño en veinte minutos. Una vez que el tiempo finalizó, los jueces se pasearon por la sala preguntado a cada concursante el nombre de su plato, cómo lo habían hecho, además de algunas preguntas personales que tuviesen relación con el mundo culinario.

Eduardo Velasco, uno de los jueces del casting, admite que el jurado no busca que el plato esté caliente o no, que es una de las preocupaciones de los más pequeños. «La presentación, el sabor y la técnica es importante, pero siempre nos quedamos con las ganas que ellos tienen de seguir aprendiendo», comenta el cocinero y el juez Velasco. «Decir que ha ese plato le falta sal no basta. Nos interesamos por ellos», insiste Velasco.

Esther González, la directora de los casting de MasterChef Junior confiesa que cada año los pequeños son mejores cocineros y traen más ganas de participar. «Esta edición, probablemente, sea la que ha atraído a los candidatos más pequeños mejor preparados», ha asegurado González. Además, admite que «lo mejor de todo es que son ellos mismos los que han aprendido después de ver todas y cada una de las ediciones de MasterChef Senior y Junior».

Después de que los concursantes realizaran la famosa ola que se hace en todos los casting de Málaga, los candidatos pasaron a sala para realizar el emplatado. Pescado, carne, guisos, varios postres y muchas ganas de demostrar lo que los niños podían dar de sí en una cocina. Una vez que Esther González, gritó «¡a emplatar!» los concursantes se pusieron manos a la obra. La mayoría de ellos terminaron antes de que un «¡manos arriba!» impidiese volver a tocar el plato. Los jueces se pasearon observando cada plato y quién era el fabricante.

Una vez que la prueba ha finalizó, por la tarde se les entregó unas cucharas a los elegidos que pasaron a otra prueba. «Esta vez, los niños cocinan en vivo y en directo. Realizan la prueba con los ingredientes que traen de casa además de uno sorpresa que hemos preparamos en la caja misteriosa como en ediciones anteriores» puntualiza la directora. Los niños que salieron vencedores en la última prueba irán directos a Madrid la semana que viene, para un último casting, donde saldrán los 16 chefs infantiles que lucharán por el premio del mejor cocinero en MasterChef Junior 4. El programa está previsto que se emita en diciembre.