Los investigadores buscan a un tercer implicado en el asalto a mano armada que sufrió ayer uno de los socios de los Baños del Carmen, que fue encañonado con una pistola. Si las pesquisas de la Policía Nacional se centraron inicialmente en los dos individuos que las cámaras de seguridad grabaron recorriendo con total normalidad el interior del establecimiento hasta llegar a su objetivo, los testimonios recogidos entre el personal del restaurante hablan de una tercera persona que esperaba a sus compinches fuera del local.

Según las descripciones aportadas, se trataría de otro varón con una particularidad en la cara. De las declaraciones también se desprende que al menos uno de los implicados merodeó las instalaciones días antes del asalto. Pasadas las 12.00 horas de hoy, fuentes de la Comisaría Provincial de Málaga aseguraban que la investigación seguía su curso sin que constaran detenidos.

El intento de atraco tuvo lugar a mediodía del lunes. Dos hombres recorrieron varias estancias traseras del restaurante y, tras cruzarse con dos empleados, a uno de los cuales incluso le cedieron el paso, llegaron hasta la oficina en la que sabían que podía haber un buen botín tras un largo fin de semana de Feria. El primero de ellos, que portaba el arma en la entrepierna y parecía conocer tanto el camino como la ubicación de las cámaras, abandonó el restaurante con prisas una vez que su compañero empuñó la pistola para entrar en el despacho en el que estaba el empresario.

Apenas ocho segundos después, el asaltante huyó despavorido de la oficina. "Entró como un elefante en una cacharrería. Cuando vi que me estaba encañonando con una pistola me caí de la silla", aseguró la víctima a este periódico esa tarde. De forma instintiva, le devolvió los gritos al asaltante y forcejeó como pudo para que dejara de apuntarle. El empresario, que salió corrió tras el pistolero, alertó al resto de empleados que intentaron dar alcance a los atracadores antes de que se perdieran por la calle Bolivia.