Fachadas tintadas de rojo, tejas de barro, persianas de color verde botella y al fondo, luciendo como estolones, la cordillera del Gran Sasso. Hasta el miércoles por la mañana, Amatrice era uno de los pueblos más bonitos de Italia. Un puñado de calles, unas cuantas callejuelas, que lucen aún más si cuelgan de punta a punta las sábanas blancas que ejercen de parapente y atraen las cámaras de los numerosos turistas que se dejan caer todos los veranos por una de las zonas más pintorescas del país.

Ahora, Amatrice luce en escombros. La mitad del pueblo ya no existe según su alcalde. Bolas de luz atraviesan las calles estrechas de la localidad. Bomberos y miembros de Protección Civil buscan a los desaparecidos entre escombros. El terremoto, una sacudida de 6,2 grados en la escala de Richter, ha devuelto el terror a una región que se estaba olvidando del temblor que tuvo su epicentro, hace unos ocho años, a tan sólo 30 kilómetros cuando L’ Aquila quedó devastada por un terremoto similar. Al menos 240 muertos se contabilizan hasta el momento y con tendencia al alza.

Las imágenes que llegaron de Italia han sido estímulo suficiente para que Rafael Porras y Cristóbal Rodríguez se pusieran en marcha de forma inmediata. En su mente, la única misión de ayudar sobre el terreno en las labores de rescate. Ambos pertenecen al Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga. Acompañados, en esta ocasión, por una unidad canina del cuerpo pusieron rumbo a Madrid para desplazarse primero a Roma y luego llegar desde la capital a la zona afectada. La unidad canina que acompaña a ambos está compuesta por Blaky, Mara y Lula. Todas son hembras y de raza pastor belga malinois. Junto a otros dos ejemplares conforman la unidad canina que fue creada en 2012. Según José Espinosa, jefe provincial de bomberos, se trata de la primera misión en el exterior de esta unidad. Pero no es la primera vez que los bomberos del CPB Málaga prestan servicio humanitario en la búsqueda de supervivientes en catástrofes ya que anteriormente han prestado ayuda en Filipinas, Nepal y Ecuador. «Después de llegar primero al municipio de Accumoli, una pequeña localidad de 635 habitantes, se han desplazado a Amatrice», informó ayer Espinosa, que también ratificó las dificultades para ponerse en contacto con ambos bomberos. «Cuando hemos podido hablar con ellos, nos han contado que todo está lleno de medios».

Después de rastrear Accumoli, llegaron a Amatrice que es el municipio que más se ha visto afectado. Lo que se encontraron al llegar, según Espinosa, fue una situación desastrosa pero relativamente controlada por los miembros de la Protección Oficial italiana. «La vuelta de los bomberos solidarios está prevista para hoy o mañana», informan en el Consorcio.