«La incertidumbre por el robo siempre está presente en nuestra mente». Así describe la situación Benjamín Faulí, el secretario de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja). El problema que tienen los agricultores, especialmente en la zona de la Axarquía malagueña, viene desde hace varios años. Los ladrones no tiene piedad, saquean varias hectáreas de cosechas, llevándose con ellos miles de kilos de los mejores productos de la temporada y maquinaria. Faulí admite que la situación va a peor, pero que siempre intentan buscar el lado positivo.

Hasta la fecha no ha habido ningún robo importante, ya que la recolección de los frutos de la próxima temporada está en camino. «Ahora mismo los productos estrella son el aguacate y el mango, por lo tanto son los más deseados por los ladrones», comenta Faulí. En la temporada anterior los más hurtados fueron los limones. En Málaga existen cerca de 10.000 hectáreas de cítricos entre limones, naranjas y mandarinas, que se cultivan principalmente en el Valle del Guadalhorce y del que viven alrededor de 3.000 familias. Faulí explica que en marzo, con la llegada de Semana Santa, hubo una gran oleada de robos de productos, entre ellos varios cientos kilos de limones. «Son bandas organizadas que aprovechan cualquier distracción para llevarse la mercancía. Ha sido una cosecha muy buena, pero entre los robos y algunos productos que se pudren, hemos perdido el 20%, y para nosotros es mucho».

Con la recogida del mango y de aguacate en esta época los robos aumentan. Las bandas son organizadas y saben qué producto quieren y en la fecha exacta. «Suelen acudir cuando el producto está siendo recolectado. Verano, Semana Santa y Navidad son los periodos clave. Una circunstancia que se repite de manera inexorable por estas fechas con la consiguiente pérdida económica que ello genera para cientos de familias malagueñas», argumenta el secretario. En unos días comenzará la recolección del mango y cerca de un mes empezará la época de recogida del aguacate. «La policía ya está advertida».

Lo más preocupante para Asaja es el caso del consumidor, el peón fácil. «Hay mucho oportunista. Lo peor es que el consumidor nunca cuida qué está comprando», advierte Faulí. La previsión antes de que el consumidor se dirija a cualquier frutería, mercado o puesto de frutas y verduras es lo que determinaría que las cuadrillas organizas y especializadas en robar este tipo de producto siguieran haciendo esto o no, según el miembro de Asaja. «Hay que tener cuidado, qué producto queremos, dónde lo compramos y a quién». No solo se cuestiona la calidad que tiene el producto sino también qué toma el consumidor. La salud está en juego cuando se compran productos que no se sabe qué procedencia tienen o quién nos vende lo que se demanda. «La fruta robada no está pasado por un control por lo que exponemos nuestra salud», puntualiza el secretario.

Ni siquiera la Policía Local es capaz de controlar la situación en cualquiera de las ocasiones. «Hacen todo lo que pueden y más, sin ellos seguramente las cuadrillas se volverían locas cogiendo lo que no es suyo». Además de concienciar a que el consumidor y comprador sepa que está adquiriendo, desde Asaja hacen un llamamiento a que todos los agricultores afectados por los robos de las últimas temporadas denuncien. «Será un dato a favor tanto para Asaja como para el Ministerio de Interior, ya que tendrán en sus manos la verdadera cantidad de hurtos de productos agrícolas que son adquiridos ilegalmente».

A parte de los hurtos, que es un añadido bastante grave a la hora de la productividad económica tanto de agricultores como de las empresas encargadas de vender, la competencia internacional también perjudica a la hora de vender frutas y hortalizas. Marruecos y algunos países del Este han producido bastante más que en Málaga: «hemos cultivado cantidades grandes de alcachofas y tomates, sobre todo productos que se crían en invernaderos de la comarca de la Axarquía. Ha habido algunos problemas con la producción del tomate que ha sido influenciado por la campaña en sí. Nos hemos llevado una sorpresa por cuestiones que trascienden en nuestra producción». Faulí argumenta que sus productos suelen ser más baratos que la producción íntegra del país. De todas formas, Faulí destaca que la producción de alimentos cítricos ha sido muy buena y su precio aún mejor, aunque hayan tenido percances durante el año. Esperan que la temporada final del verano con el mango y el aguacate se desarrolle bien con unas buenas cifras de venta.