­La noche del lunes quedó iluminada por una enorme bola de fuego tan brillante como la luna. A las cuatro de la madrugada fue vista, desde buena parte del sur y el centro del país, según informó la Fundación AstroHita. Un extraño objeto, hasta entonces desconocido. La bola de fuego avanzó rápidamente en dirección norte y alcanzó una altitud final de unos 37 kilómetros sobre la provincia de Málaga. Por ello, fue posible que todos los que miraban al cielo pudieran vislumbrar el objeto iluminado.

En torno a las 03.57 horas, el complejo astronómico de La Hita (Toledo) registró el fenómeno ocurrido. Este fue captado por los detectores procedentes de la Universidad de Huelva que opera en esta instalación científica.

Este fenómeno ha posido apreciarse gracias a un cometa. La bola de fuego se generó fruto de la desintegración en la atmósfera del fragmento de este cuerpo celeste.

El impacto que se produjo hizo que el material se volviese incandescente y, como consecuencia, se formara una espectacular bola de fuego a una altitud de unos 97 kilómetros sobre el mar Mediterráneo, frente a la costa malagueña.

El investigador responsable de SMART, José María Madiedo, que ha llevado a cabo el análisis de este último fenómeno, explicó que lo ocurrido se produjo a causa del impacto contra la atmósfera de un fragmento de cometa a una velocidad de entrada de algo más de 130.000 kilómetros por hora. Una velocidad que comparaban, al trozo de la cometa en proceso de desintegración, con una estrella fugaz.

En el marco del Proyecto denominado SMART, la finalidad de los detectores es controlar continuamente el cielo para registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de distintos objetos de nuestro Sistema Solar. Un estudio para observar los movimientos que se generan más allá de nuestro planeta.

El evento también fue visto desde las estaciones de registro que SMART tiene en los observatorios de Calar Alto (Almería), La Sagra (Granada), Huelva y Sevilla.

La bola de fuego pudo ser grabada por las estaciones de detección de bólidos en los observatorios de Calar Alto, La Sagra, La Hita, Huelva y Sevilla. Además, las cámaras sur y oeste de vigilancia externa del Observatorio de Calar Alto pudieron, así mismo, grabar este objeto de origen candescente.

En el Observatorio de Calar Alto cuentan con distintos dispositivos que monitorizan y controlan de forma continuada, durante las horas nocturnas, toda la bóveda celeste y permiten identificar de forma automática la entrada de meteoroides en la atmósfera terrestre. Estos meteoroides son fragmentos de materiales desprendidos de asteroides, incluso otros planetas o cometas, como en este caso.