­La muerte de un turista británico de 77 años en Torremolinos, registrada ayer en la playa del Bajondillo, ha elevado el cómputo de este verano en la provincia a un total de 15 bañistas fallecidos. Como en el resto de Andalucía, la siniestralidad ha aumentado significativamente respecto al pasado año. Uno de los aspectos más debatidos en las últimas semanas, a raíz de varios siniestros por ahogamiento, pese a las banderas rojas que ondeaban en determinados casos, es la necesidad de establecer sanciones para quienes ponen en juego su integridad física.

Muchos ayuntamientos reconocen que no está en manos de los vigilantes y socorristas la tarea de perseguir las prácticas imprudentes, por lo que vuelven a incidir en la necesaria concienciación ciudadana en esta materia. No obstante, el caso registrado ayer en Torremolinos es diferente. Responde al de un bañista que se habría encontrado indispuesto después de intentar subirse a una de las atracciones acuáticas que existen en el litoral torremolinense.

En concreto, el turista pretendía montarse en un flotador náutico, como expresó uno de los responsables de la Concejalía de Playas a este periódico. Pero al explicarle al encargado de la atracción que no se encontraba en buen estado, sin que se hubiese puesto en marcha, ambos se dirigieron hasta la orilla de la playa. El servicio de emergencias 112 precisó que la primera llamada de alerta se recibió a las 11.20 horas.

«Se indicó que un hombre requería asistencia sanitaria, ya que parecía que había sufrido un infarto», apuntaron las mismas fuentes. El fallecimiento quedó certificado a las 11.45 horas, después de que intentasen salvarle la vida efectivos de los servicios sanitarios, con el apoyo de agentes de la Policía Local y de la Policía Nacional.

Sanciones para imprudencias. Rincón de la Victoria y Estepona ya sancionan a los bañistas que no respetan las advertencias de socorristas y vigilantes de playa, como ya informó este periódico. En el término esteponero se han interpuesto tres sanciones en este auténtico verano negro para las costas malagueñas.

Pero el ejemplo, a raíz de las últimas 15 muertes -las últimas registradas en Torrox, Torre del Mar o Torremolinos-, podría generar normativas en otros muchos municipios. De hecho, ayuntamientos como los de Vélez Málaga y Torrox, en la Axarquía, así como el propio consistorio torremolinense, están dispuestos a analizar la viabilidad de imponer en un futuro este tipo de multas o bien otras medidas.

A la lista también podrían unirse Benalmádena, Fuengirola, Mijas o Nerja, además de la capital costasoleña. Estepona matizó que la cuantía de las sanciones va desde los 300 a los 3.000 euros, según la gravedad de los hechos o la «existencia de una reincidencia».

El protocolo a seguir comporta la notificación por parte de los socorristas de abandonar el mar. Ante la potencial negativa del bañista se alerta a la Policía Local, que se encarga de abrir un expediente con la sanción correspondiente. «Se trata de una medida para controlar situaciones de riesgo», argumentan fuentes municipales.

En cuanto a Rincón de la Victoria, la ordenanza contempla sanciones para los bañistas, aunque por ahora no se ha tenido que imponer ninguna sanción. La ordenanza incluye sanciones leves que van desde los 60 euros hasta los 3.000 euros, «que sería sanción grave como bañarse con bandera roja y hacer caso omiso a los socorristas cuando éstos manifiestan que se tiene que abandonar el baño». Los encargados de vigilar las playas rinconeras expresan que de momento los usuarios son responsables y conscientes de las situaciones que se han vivido en otras playas malagueñas.

El alcalde de Torrox, Óscar Medina (PP), confía en poder reforzar la seguridad en el litoral de su municipio, donde este mes se registró la muerte de otro turista británico. «Estamos trabajando en la modificación de la ordenanza de playas», apuntó ayer el alcalde de uno de los municipios más turísticos de la comarca de la Axarquía.