Teresa, la mujer de 59 años asesinada en su vivienda de El Palo y hallada el jueves junto a los cadáveres de dos de sus hijos, trabajaba en la empresa municipal Más Cerca desde 2002 y hacía sus tareas laborales en el centro social de El Palo. La mujer fue descrita por varios vecinos de la populosa barriada como «luchadora, muy trabajadora, simpática y risueña». Aseguran sus conocidos que era una persona que siempre tenía una sonrisa y una palabra amable para todo el mundo y que era habitual verla por la calle con su inseparable uniforme blanco, las bolsas de la compra o acompañando a personas mayores en sus paseos, lo que formaría parte de sus atribuciones como empleada de esta sociedad. Los habitantes de la zona aseguraron a los periodistas el pasado jueves, 8 de septiembre, que era una familia bien avenida a la que no se le conocían disputas de ningún tipo, y que los dos jóvenes eran trabajadores y siempre se les podía ver paseando a sus perros. Algunos amigos del hermano que los encontró indicaron que este nunca les había comentado problema alguno. Pese a ello, el subdelegado confirmó ayer que uno de los hombres fallecido tenía un carácter violento y problemas económicos, un peligroso cóctel que pudo acabar desembocando en la trágica muerte de toda la familia con un cuchillo de cocina, ya hallado por la policía.