Las ocupaciones de camarero, peón agrícola, personal de limpieza y dependiente en tiendas y almacenes encabezan la lista de profesiones que registran un mayor número de contrataciones en la provincia de Málaga, cuyo mercado laboral continúa presidido por unas cotas altísimas de temporalidad y donde muchísimos trabajadores se ven abocados a enlazar un contrato tras otro ya sea ocupando un mismo puesto de trabajo o rotando de forma interminable por diferentes empleos. El Observatorio de las Ocupaciones publicado esta semana por el Servicio Público Estatal de Empleo (SEPE) revela que los empleos antes citados, junto con los de albañil, ayudante de cocina, peones agropecuarios, cocineros, peones de industria manufacturera y peones de invernaderos o jardines integraron en 2015 el grupo de diez profesiones más contratadas en Málaga, aglutinado entre todas ellas algo más de la mitad de los 686.730 contratos que se firmaron en la provincia el pasado año (en concreto, el 50,7%).

El predominio de estos empleos, casi todos ellos estacionales o sujetos a contratos por obra y servicio, conforman así un mercado laboral donde la firma de contrataciones estables sigue estando en niveles realmente exiguos. El Observatorio recoge en su infome que los contratos fijos sólo supusieron el pasado año un 5,9% del total (apenas algo más de 40.500 contrataciones), uno de los porcentajes más bajos que se recuerdan y la mitad de lo que se llegaba a registrar en el ejercicio de 2006, antes de la crisis, cuando entre el 10% y el 12% de las contrataciones llegaron a ser indefinidas. La firma de contratos temporales, en sus diferentes modalidades, acaparó el otro 94% de las contrataciones que generó Málaga a lo largo de 2015.

Crece el tiempo parcial

Otro elemento que está caracterizando el mercado en los últimos tiempos es el peso creciente de los empleos a tiempo parcial en detrimento de los de jornada completa, un fenómeno que preocupa enormente a los sindicatos y que sigue al alza. El 40,2% de las contrataciones realizadas en 2015 fueron de este tipo, superando el 39,6% que se registró en el anterior ejericicio. Tanto CCOO como UGT denuncian que esta modalidad de contratos esconde muchos casos de fraude, con trabajadores que echan más horas de las que marcan sus contratos, sobre todo en segmentos como la hostelería. Las centrales sindicales recuerdan que desde la implantación de la reforma laboral en el año 2012, la precariedad laboral se ha agudizado en Málaga, ya que las empresas, según sostienen, han aprovechado para sustituir a trabajadores fijos por temporales en puestos que, en realidad, son estructurales dentro de cada negocio. La Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), por su parte, ha admitido en varias ocasiones que el empleo que se está creando en estos últimos tiempos no cuenta aún con el nivel de calidad deseado, pero confía en que la estabilidad de los contratos y la apuesta por la jornada completa vayan aumentado a medida que se consoliden los síntomas de reactivación económica.

De momento, el mercado laboral malagueño sigue mostrando, dentro de toda esta dinámica, unos niveles máximos de rotación, con trabajadores que llegan a firmar entre cinco y quince contratos al año (e incluso más). De hecho, el SEPE constata en su estudio que los 686.730 contratos firmados en Málaga durante 2015 -un 10,6% más que en 2014 y la cifra más alta desde inicios de la crisis- realmente sólo dieron para contratar a 281.166 personas. En concreto, y como muestra de la elevada rotación, hay un grupo de casi 30.000 personas -sólo el 10,6% del total contratado- que acumularon ellas solas más de 281.000 contratos de trabajo. O, lo que es lo mismo, cuatro de cada diez de los que se firmaron en la provincia.

Los sindicatos afirman que este fenómeno se centra sobre todo en segmentos económicos tan vitales como la hostelería, la restauración o el propio comercio, más allá de los que puedan darse en educación o sanidad. La media de contratos por persona fue de 2,44, tasa superior a los 2,36 de 2014, los 2,31 de 2013 y a los 2,27 de 2012.