El puerto de Málaga abrió este miércoles al tráfico la nueva entrada de vehículos pesado a sus instalaciones por la plataforma de San Andrés, con idea de separarlo del trazado del ferrocarril. El nuevo acceso se sitúa algo más al Oeste, a diferencia de la entrada que había hasta ahora y que se encontraba frente a la avenida José María Garnica.

Su apertura se produce tras cinco años de trabajo, con paralizaciones incluidas ante los dudas del Ayuntamiento de Málaga sobre su diseño, que terminó desbloqueándose en 2013, tras presentar varios estudios de movilidad sobre los posibles efectos en el tráfico.

El carril de salida del puerto hacia el Centro se hará con un tercer carril que reduce la acera, mientras que la entrada del tráfico procedente de Muelle de Heredia entrará desde un carril de servicio, que permitirá girar hacia la izquierda para cruzar el Paseo Antonio Machado. La salida de los vehículos hacia la calle Pacífico se hará mediante un vial de incorporación de 60 metros.

Estos nuevos accesos buscan facilitar la entrada y salida de camiones al recinto portuario, de forma que se agilice el movimiento de mercancías. De hecho, esta es una de las principales demandas para atraer nuevos tráficos de mercancías al puerto, facilitando el tránsito por la calle Pacífico, que conecta directamente con las grandes vías de comunicación por carretera.

Además, se facilita el futuro soterramiento de las vías del tren al alejar la entrada y se reducen los conflictos con el tráfico en el cruce con la avenida José María Garnica, por donde estaba el acceso hasta ahora.

Además, los carriles de entrada y salida en el Paseo Marítimo Antonio Machado tienen espacio reservado para este tráfico y con una gran capacidad de aforo, superando los 60 metros de longitud, lo que facilita la entrada y salida de camiones y tráfico pesado, reduciendo el impacto en el tráfico diario.

La culminación de este nuevo acceso permite además reordenar los espacios de la plataforma de San Andrés, donde hay varios usos previstos futuros como la sede del Instituto Oceanográfico, el puerto deportivo y el auditorio de música, aunque la crisis ha dejado en el aire estos dos proyectos.

No obstante, de cara al futuro, la decisión que se tome sobre estos espacios tendrá al menos ya resuelto los accesos, facilitando la ordenación urbanística interior.