La alimentación se está convirtiendo en un auténtico ritual para muchos. Nada más levantarse hay que calentar un vaso de agua con limón, es lo último en las dietas antioxidantes. Tras ello, el aceite de oliva virgen extra y algún que otro fruto seco no debe faltar. Hay que empezar el día con fuerzas.

Los licuados y batidos varios son otros de los últimos inventos para llevar una dieta equilibrada. Son malos tiempos para la carne, el consumo en exceso y todo aquello que no suene a «detox».

En las ciudades más vanguardistas hace tiempo que esta tendencia marca un nuevo nicho de mercado y Málaga empieza a inundarse de establecimientos que abogan por una dieta sana como forma de vida. Al menos esta burbuja es menos nociva que la de los cigarrillos electrónicos o menos ostentosa que los conocidos «compro oro».

Un paseo por el centro histórico de la ciudad nos lleva al establecimiento Luz y Tierra, ubicado en la calle Carretería, y en el que es posible adquirir infinidad de semillas a granel. El local cuenta con un espacio dedicado al yoga e incluso algún que otro cartel en el que anuncian talleres de cocina natural y energética. Si uno continúa calle abajo se encuentra uno de los últimos garitos de moda en los que comer o desayunar, el Brunch It. Los licuados son un auténtico festival de verduras. Una bomba de energía elaborada a base de mezclas rimbombantes que ni las papilas gustativas atinan a saber cuántos sabores hay.

Justo a continuación está Julia Bakery, una pastelería en la que miman hasta el último detalle todo cuanto sale de su horno y presume de elaborar cada uno de sus productos de manera cien por cien natural. Es una delicia apta para todos los gustos.

Por la misma zona está el supermercado ecológico «Bio Shop El Cambio». Abrió sus puertas hace escasos meses y cuenta con todo cuanto uno necesita. Desde productos de cosmética hasta unos espaguetis con los que salvar un almuerzo perezoso.

El último Mono, ubicado en la esquina de la calle Sánchez Pastor, es otro de los sitios de referencia en la ciudad para saciar la sed a golpe de zumos frutales. También hay cafés e incluso algo para llenar el buche pero si algo les caracteriza son sus zumos servidos en vasos L o XL.

Estos son algunos de los establecimientos que en los últimos años se han sumado a las tendencias más saludables e incluso han logrado que el hecho de ir a comer o tomar algo ya sea un hábito saludable. Los restaurantes vegetarianos están de suerte y se mantienen más vivos que nunca.

Ayer mismo leía en una entrevista a la especialista en Endocrinología y Nutrición Cristina Maldonado, que la mejor dieta antioxidante es cumplir la mediterránea. Una alimentación sana en la que hay cabida para todo pero sin excesos. De ahí a que negocios como la cafetería Tejeringos, próxima a la plaza Uncibay y con un corte tradicional, no le falten clientes a diario para tomar unos churros o hacer un desayuno o merienda como los de antes.