Pese a que tanto el PP y Ciudadanos han considerado "inviable" la realización de una consulta popular para decidir el futuro de los suelos de Repsol, ambos grupos no han tenido ningún empacho en votar a favor de celebrar la consulta, tal como reclamaba una moción de IU Málaga para la Gente. El voto a favor de ambos grupos se hace también a pesar de que PP y Ciudadanos han iniciado ya negociaciones para tratar de llegar a un acuerdo sobre el proyecto a llevar a cabo en los suelos de Repsol, un acuerdo que, de producirse, se haría a costa de la celebración de la consulta.

Por ello el pleno, por unanimidad de todos los grupos, ha vuelto a aprobar la realización de dicha consulta, tal como ya hicieron en enero, sin que en los meses posteriores se haya avanzado en pro de su celebración. En el aire del debate ha sobrevolado el informe del interventor sobre dicha consulta, un informe que, como los billetes de 500 euros, existe pero nadie ha visto o, al menos todos dicen no haberlo leído, incluido el alcalde. Los grupos de la oposición han aprovechado el pleno para insistir en reclamar al equipo de gobierno la entrega de dicho documento, pero no lo han logrado. El concejal de Parcticipación Ciudadana, Julio Andrade, ha prometido que hará entrega del mismo en la mesa ciudadana constituida para organizar la consulta que va a ser convocada a primeros de octubre.

En esa mesa, según lo aprobado hoy, se tendrá que volver discutir y aprobar los requisitos y trámites que deben cumplirse para celebrar la consulta. En el debate, la oposición de izquierdas ha vertido duras críticas al alcalde y a su grupo, las más fuertes por parte del portavoz de IU Málaga para la Gente, Eduardo Zorrilla, que ha acusado a De la Torre de "actuar de forma tramposa y antidemocrática".

Pese a votar a favor de realizar la consulta, el concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, ha insistido en la defensa del proyecto aprobado en el PGOU que planea cuatro grandes rascacielos, aunque recortando el número de viviendas para destinarlas a oficinas para empresas tecnológicas. El bloque de izquierdas ha defendido su propuesta de un gran bosque urbano en la zona, eliminando prácticamente los edificios de vivienda, mientras que Ciudadanos defiende eliminar tres de las cuatro torres y trasladar la única que se mantenga al otro lado del bulevar, lo que permitiría una gran zona verde de 130.000 metros cuadrados