­Unicaja no descarta que su salida a Bolsa pueda retrasarse hasta el primer trimestre de 2017 ante la dificultad que está teniendo para encontrar un momento suficientemente propicio en los mercados que le permita dar el salto el parqué en los meses que restan de 2016, que era de entrada la fecha de referencia acordada en su día con Bruselas a raíz de la compra del Banco Ceiss. De momento, la entidad malagueña celebró ayer su consejo ordinario, en el que entre otras cuestiones se analizó la situación del proceso de salida a Bolsa, constatándose de nuevo que el momento actual de los mercados, lastrado por incertidumbres económicas y políticas tanto a nivel nacional como internacional, no es el oportuno ya que imposibilitaría alcanzar un precio adecuado por las acciones que se emitieran, según explicaron fuentes del sector.

«Unicaja está preparada para salir a Bolsa pero esperará al momento más adecuado en función de las circunstancias para sacar el mayor valor posible. Ese momento todavía no ha llegado aunque aún hay tiempo de que sea este año», comentaron estas fuentes que, no obstante, consideraron factible el hecho de que la decisión pueda retrasarse al inicio de 2017 si esa oportunidad no llega. «Todo sería cuestión de negociarlo con quien corresponda. Unicaja tiene un trabajo realizado y ha hecho todos los esfuerzos posibles. Su intención es firme pero ahora se trata de encontrar el momento», señalaron estas fuentes.

Unicaja, de hecho, ha sopesado en lo que va de año distintos momentos para salir a Bolsa -lo que se conoce como ventanas de oportunidad- pero todas ellas han sido descartadas. Y es que tanto Rothschild, el banco asesor del consejo, como las entidades financieras contratadas para la colocación de las acciones (Morgan Stanley, UBS Citi, Credit Suisse y BBVA) han desaconsejado saltar al parqué en las actuales circunstancias. Las fuentes del sector consultadas por este periódico sostienen que la mejor fórmula para saltar al parqué cuando llegue el momento sigue siendo la de ampliar capital a través de una oferta pública de venta de acciones (OPV) como forma de reforzar el capital del banco.

El compromiso de Unicaja para salir a Bolsa responde, por un lado, a la necesidad de recabar fondos para afrontar la devolución al FROB de los 604 millones de euros inyectados a Ceiss en forma de bonos contingentes convertibles (cocos) -algo que tiene que ir realizando a lo largo del próximo año-?y, por otro, para cumplir con los pequeños inversores de la antigua Caja España-Duero que han acabado como accionistas de Unicaja tras el proceso de canje de bonos que permitió la compra del Banco Ceiss.

Por su parte, fuentes de la entidad se limitaron a comentar que, tras la celebración del consejo ayer, no hay novedades respecto al proceso de salida a Bolsa . «No están decididos ni los términos ni las fechas. La entidad sigue trabajando y está atenta, esperando al momento más adecuado», dijeron.