La memoria es selectiva y a veces lleva al olvido el recuerdo de hechos que en su momento centraron el debate público. La propuesta de construir un hotel en el dique de Levante del Puerto de Málaga puede ser vista por algunos como una propuesta atrevida, aunque no deja de ser un proyecto contenido si recordamos que se llegó a plantear la construcción de una torre de telecomunicaciones de 200 metros de altura o una escultura de 20 metros de alto de Picasso.

El gran crecimiento económico de los últimos quince años, la vocación turística de la provincia y la necesidad de destacar de algunos políticos alimentan la lista de proyectos imposibles, megalómanos, ambiciosos o simplemente locos que se han ido presentando.

Sin embargo, hay que reconocer la inventiva de algunas propuestas, con presentaciones por todo lo alto como el Jurapark de Mijas, que iba a estar especializado en dinosaurios; o el Parque de la Comarca en Rincón de la Victoria, que prometía 12 hectáreas ambientadas en las novelas de El Señor de los Anillos... sin pagar los derechos de propiedad.

Otros proyectos sirvieron directamente para desviar la atención de los ciudadanos de debates más importantes. La Junta de Andalucía tiene en su haber dos éxitos en esta táctica. El macrohospital y el Parque de los Cuentos. El primero fue la respuesta que se sacó de la manga para acallar la demanda ciudadana de un tercer hospital en la zona Este. La Consejería de Salud se descolgó con este proyecto en 2008, en el momento de mayor presión para conseguir el tercer hospital y renuncio a él en 2012 por falta de dinero para empezarlo, porque en cuatro años no avanzó realmente nada en su diseño o planteamiento.

El Parque de los Cuentos en el Convento de la Trinidad fue otro de esos proyectos «ilusionantes» que nunca tuvo un sentido muy claro para la ciudadanía. La Consejería de Cultura llegó a convocar un concurso de ideas en 2007 y presentó las maquetas, aunque de fondo había una falta clara de ideas sobre qué hacer en ese edificio, por la negativa a instalar varios usos culturales propuestos por el Ayuntamiento.

De la infografía al olvido

El Partido Popular hizo un par de propuestas memorables para la ciudad. La primera fue en 2001, cuando planteó una torre de telecomunicaciones en el dique de Levante, con 200 metros de altura y 21 millones de euros de presupuesto de la época.

El PP volvió en 2008 a presentar un proyecto propio para el debate público. Fue un puente que cruzaría la bahía de Málaga, desde La Cala del Moral hasta Guadalmar. Once kilómetros de estructura sobre el mar con un coste superior a los 500 millones y con más dudas que certezas. Eso sí, la infografía que presentaron estaban muy bien ejecutadas.

También hubo otras infografías ilustres que nunca se ejecutaron, como las estaciones del tren litoral a Marbella y Estepona, que presentó la Consejería de Fomento en 2007 junto con el anuncio del inicio de las obras. Luego renunció a iniciar nada y cedió al Ministerio de Fomento el proyecto.

Las VPO para jóvenes emprendedores o tecnocasas es otro de esos proyectos ambiciosos que no pasó de las infografías. Tras casi una década hablando de ellas, la Consejería de Fomento se dio cuenta de que la legislación que regula las VPO no permitía este modelo. La falta de dinero hizo el resto.

¿Ocio o algo más?

El ocio, vinculado a hacer una oferta turística más atractiva, ha sido la palanca utilizada para avalar muchos proyectos. El parque temático propuesto en la capital consumió numerosas energía en el Ayuntamiento entre 2001 y 2003. Al final, este proyecto no era más que la punta de lanza de un intento por recalificar amplias zonas del Puerto de la Torre para viviendas asociadas.

El puerto deportivo y viviendas en Arraijanal y el puerto deportivo de El Morlaco son otros proyectos que vincularon el ocio a un desarrollo urbanístico.